Tenía pendiente desde hacía unos meses comentar la adaptación literaria de “La mecánica del corazón”, de Mathias Malzieu, uno de mis libros favoritos y cuya puesta en escena (cinematográfica) llevaba años esperando. La verdad es que ha merecido la pena. Aprovecho este post (el número cinco en la serie sobre adaptaciones literarias) para hablar , mejor dicho escribir, sobre la de la novela “Misery”, cuya reciente lectura ha supuesto mi primer contacto con la literatura del prolífico Stephen King. Ambas (“La mecánica del corazón” y “Misery”) son dos novelas que poco tienen que ver porque abarcan dos aspectos de la naturaleza humana completamente diferentes. Pero en los dos casos curiosamente se produce una de esas cosas que agradecemos los lectores cinéfilos: la adaptación al cine complemente y enriquece el libro sin contradecirlo ni desvirtuarlo en ningún momento.
- “Misery”, de Stephen King (adaptación dirigida por Rob Reiner y guión del propio escritor)
Para el imaginario popular muchos de los personajes tienen el mismo rostro que los actores que les dieron vida en el cine. Es un fenómeno inevitable y que en el caso de las novelas de terror es todavía más evidente. Casos hay varios; así sin darle muchas vueltas podría nombrar a Jack Torrance de El Resplandor (Jack Nicholson) y en Patrick Bateman de American Psycho (Christian Bale). El caso de “Misery” no es una excepción. Al contrario. Hablar de Annie Wilkes es hacerlo de una mujer que tiene la misma cara que la actriz Kathy Bates. Tanto se metió en el papel que ganó el Óscar en 1990 por esta interpretación.
Esta primera cita con Stephen King me ha resultado agradable. No soy una fanática del género de terror y tenía mis dudas pero una vez leída “Misery” está claro que Stephen King tiene la puerta abierta para arrastrarme hacia sus pesadillas al menos en alguna que otra ocasión. Algunos dirán que he hecho trampa porque “Misery” es la mejor novela, a nivel literario, de King, y que así cualquier entra por la puerta grande en una biblioteca. Es posible pero la evidencia es que otras reseñas de títulos de este mismo autor pasarán por este blog pronto.
El único “contra” de esta adaptación ha sido el papel de la editora que busca al desaparecido escritor Paul Sheldon. Y no es por el cambio de sexo (en la adaptación de “Soldados de Salamina”, de Javier Cercas, David Trueba cambió al protagonista por una mujer y el resultado es excelente), sino porque realmente en el libro este papel es inexistente.
En el caso de “Misery”, a pesar del evidente éxito en las salas, me quedo con el libro. Está claro que la tensión es más difícil de expresar en los textos que en la pantalla, porque en al segunda tienes el sonido y la imagen jugando a tu favor y creando la atmósfera adecuada. En un libro esto es más complicado pero, si igualmente lo consigue, el mérito es doble. Por otra parte creo que lo más impactante de “Misery” va más allá de las mutilaciones y el Novril, y es la serenidad con que se cuenta esta historia. El hecho de dejar en evidencia que en el mundo pueda haber gente como Annie Wilkes es aterrador, como el hecho de ante ellos la muerte sea una salida más seductora que la propia vida.
- “La mecánica del corazón”, de Mathias Malzieu (adapción de Malzieu y Stéphane Berla, guión de Malzieu)
Esperada y aplaudida. Así ha sido la adaptación al cine de “La mecánica del corazón”. Y posiblemente pensada y concebida para quienes hayan leído el libro, que seguro que se han quedado de lo más satisfechos. No sé exactamente si eso es bueno o malo porque es cierto que por ser una producción independiente ha llegado a poca gente, pero también diré que de esta forma se convierte en un “tesoro” al alcance de unos pocos.
Tras muchos dimes y diretes (se barajó con la posibilidad de que la adaptara Luc Besson y la industria hollywoodiense hizo sus tentativas) parece que lo mejor es que al final fuera el propio Mathias Malzieu quien participara activamente en la adaptación de la novela. El guión corrió a su cargo,y la dirección fue un trabajo a cuatro manos entre él y Stéphane Berla. Esto, junto al hecho de que Malzieu sea de profesión y vocación principalmente músico, tiene como resultado una película fiel a libro y con una BSO que sólo quien conoce tan bien la historia puede crear ex profeso.
La inmersión en “La mecánica del corazón” es perfecta. Visionar la película es como estar caminando por el mundo de Jack y Miss Acacia. Es atractiva, es sugerente y destila ese punto de fantasía que requiere un cuento para adultos. Por otra parte, “La mecánica del corazón” no podría adaptarse de otra forma al cine que no fuera por animación porque haberla hecho en rollo “a lo Disney” hubiera sido un error garrafal (incluso un herror) difícil de perdonar. Por suerte la estética es lo que se espera de ella, con todo lo perturbadora y oscura que pueda parecer a veces.
De los puntos fuertes e impagables de esta adaptación hay poner la mirada especialmente en la recreación del viaje de Jack desde Edimburgo hasta Granada buscando a su pequeña cantante. El otro añadido extra es la inclusión en la trama del ilusionista Georges Méliès, que contextualiza la historia y de la un toque de credibilidad imposible.
Y para terminar, una apunte como postdata y para relacionar “La mecánica del corazón” con “Misery”. Normalmente el hecho de identificar por el doblaje a un personaje con un actor real a veces es incómodo. Para muestra, un botón: recordad a esa Verónica Forqué que se cuela en “El Resplandor” (otra pesadilla de Stephen King). En el caso de “La mecánica del corazón” se puede identificar claramente a Rossy de Palma regalando su gargante a Luna. Pero ella no molesta. Para nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario