[ser como eras



Porque a veces somos como somos, o como otros quieren que seamos o como no querríamos ser. Más que ser o no ser, la cuestión es dónde, cuándo y dónde somos. Por eso a veces pensamos en cómo éramos y no nos reconocemos. Tampoco sabemos donde estamos  y apenas podemos divisar si lo que seremos en un futuro nos gustará o no. ¿Quién soy? ¿Quién es ella? Eso mismo le debe preguntar el actor David Tennant mientras mira embelesado el cráneo del compositor polaco Andre Tchaikovsky quién, amante del teatro y de la obra de Shakespeare, legó su cabeza (si, literalmente, su cráneo) para que fuera usado como calavera de Yorick en el famoso monólogo "To be or no to be" de Hamlet. Alguien pensará que dejar lo mejor de tu cabeza, osea, el hueso, como legado para el arte es algo de mal gusto. Puede ser. Lo que yo veo en la imagen es una mirada intensa, pero no veo ni asco, ni repulsión. Veo, puede ser, un homenaje curioso y totalmente aceptable. Pero está claro que para gustos, los colores. Y para que algo te gusta nada mejor que que te produzca un tic tac  que te haga moverte y pensar a ritmo frenético. Es muy difícil explicar los cambios. Y es muy difícil explicarle a alguien que ha cambiado. 
Esto es sólo un intento. 


Es como cuando tienes algo dentro de tu cabeza haciendo tic tac y, por mucho que te esfuerces,  no puedes sacarlo. 
Es como cuando para sacar lo que te hace daño  por dentro y para conseguirlo te hieres por fuera. 
Es como cuando estás fuera de ti y parece que sólo te tranquiliza aquello que en realidad debería alterarte. 
Es como cuando el mar está alterado, y huele mucho a salado, y tu olfato lo que te pide es calma.  
Es como cuando, calmado, olvidas los días y las noches, y te conviertes en un ser almohadado. 
Es como usar a alguien de almohada y convencerte de que su respiración es sólo un mecanismo automático  preparado para acunarte como si estuvieras en una cuna. 
Es como estar en una gran cuna de aluminio frío esperando un rescate entre algodones. Es como el algodón dulce, que cuanto más te empalaga, mejor pasa por tu garganta. 
Es como una garganta vacía, que sólo es resbaladiza y  que se queda a expensas de lo que digan los demás. 
Es como los demás, que no son tú. 
Es como tú, que ya no eres como eras. 
Es como eras lo que te hacía ser tú. 
Ya no eres como eras.
Eras demasiado inocente. 
Eras especial. 
Y te quedaste en el camino.

1 comentario:

James Leer dijo...

Hola Mapi,

me ha gustado encontrar este blog y leerte (creo que tu nombre va a unido al de la Revista Vulture no?, tuve la suerte que me publicarais allá por el 2006...).

Solo una pequeña corrección en esta entrada,Yorick es la famosa calavera que aparece en la obra Hamlet de Shakespeare sí, pero nada tiene que ver el famoso monólogo de ser o no ser(que aparece en el tercer acto) con la escena del enterrador y la calavera (que pertenece al quinto).

Es un error bastante común y que veo a menudo, es simplemente un detalle, poco o nada más creo que pueda enseñarte,

Te sigo para poder leerte
Un cordial saludo