Mostrando entradas con la etiqueta sylvia plath. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sylvia plath. Mostrar todas las entradas

Escritoras: Las chicas malas de la literatura (versión 2.0)

foto: Simone de Beauvoir

En este post quiero recuperar un artículo que escribí, hace ya bastante tiempo, para VULTURE. Esta entrada tuvo en su momento más de 6.000 entradas lo cual, para alguien como yo, es mucho, muchísimo. El texto pretende ser una breve recopilación de las "chicas malas de la literatura" a lo largo de la historia, es decir, que trata sobre aquellas que a pesar de la época en que vivieron y de su género, se mostraron igual de rudas, vanguardistas, pasionales o estridentes que sus homólogos masculinos, a pesar de que la sociedad no lo esperaba de ellas. ¿Por qué he vuelto a él después de tanto tiempo? Porque en los últimos estoy releyendo a algunas chicas "actuales" como Lydia Lunch (Paradoxia, muy recomendable), Beatriz Preciado (Manifiesto Contrasexual) o Virginie Despentes (Teoría King Kong). Como aseguraba Judy Berman en un artículo sobre el tema que encontré en Internet (concretamente en la revista de crítica literaria http://flavorwire.com/)"podríamos haber hecho esta lista de cinco veces más larga", pero, como en tantas otras ocasiones, ni están todas las que son, ni son todas las que están. Más de 3000 años de historia a Safo o a Alice Walker. Un placer siempre re-leer y re-escribir este tipo de post. 

[Piedras y Rosas




Aunque no soy una gran aficionada a la poesía, cuando te encuentras con versos como éstos apenas puedo sobreponer mis preferencias al género lírico. No importa demasiado las tendencias, finalmente llevadas a cabo, suicidas de la autora. Este acontecimiento, lejos de empañar la carrera Sylvia Plath, aumentan todavía a día de hoy su leyenda. Adelantada a su tiempo, muchos dicen que negativa, feminista, bipolar, esposa a la par que amante de poeta, madre de un hijo también suicida, bipolar, auténtica, celosa,  divina, genial, incomprendida. 
Sylvia Plath, la primera mujer que ganó un Pulitzer a título póstumo. 
Una mujer fuera de su tiempo.
Una mujer sin el último capítulo de su diario, que se consumió en las llamas del olvido generalizado...
Compleja como una rosa, suave como una piedra pulida...

Piedras y Rosas, de Sylvia Plath

Deseabas con locura la calma
de una muerte que alejaste
durante horas--
con el cuerpo de una mujer para tu jarrón, 
botijo, urna...
fuiste el terciopelo rojo de una rosa ansiosa,
floreciendo en su anhelo
por volver a la tierra.

Ahora yaces bajo una lápida--
quieta, más allá del frío,
más allá de los voltios azules, más allá
de tu luna pertubadora.

Fuiste una fuente
erguida para su caída. Y tus ojos
dos oscuras piedras de silencio,
desbordándose en un océano
de verso profundo.

Ahora los huesos de tu cuerpo yacen quietos,
areniscos.  Y tus dientes permanecen
silenciosos, como guijarros pacíficos,
más allá del bombardeo de las olas insistentes.

Y tú flotas en la blancura
de tu madre huesuda, que con lágrimas
ha puesto estrellas en las cuencas de tus ojos.