Biografías: "La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche"

biografías_errata naturae_editoriales_nietzsche

“La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche” es uno de esos tesoros que a veces te encuentras por casualidad. Su autor, el teólogo e historiador Franz Overbeck,  fue uno de los pocos amigos que Nietzsche conservó prácticamente hasta su muerte, lo que le permitió ser testigo tanto de la juventud que le convirtió en referente intelectual como de la madurez en la que la locura se apropió del filósofo alemán. Este testimonio de primera mano nos describe la biografía más desconocida de Nietzsche, esa en la que conviven a partes iguales el pensador en mayúsculas y el hombre en minúsculas: el lobo, el titán, el depredador solitario de ambición desmesurada frente al hombre insignificante de gestos vanos, autodestructivo e incapaz de ejercer control sobre sí mismo. En “La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche” descubrimos al hombre al margen de la doctrina y de los acólitos e incondicionales. El excelente prólogo de Iván de los Ríos (también traductor del texto) y la incorporación de las notas excluidas en la edición original convierten a este libro en todo un acierto de la editorial Errata Naturae


La pureza de la amistad entre Franz Overbeck y  Friedrich Nietzsche no alberga dudas, eran sincera y sana tal y como desvela la amplia correspondencia que mantuvieron durante años. Sin embargo esta biografía Overbeck parece navegar en algunos puntos entre la amistad y el resentimiento y a continuación veremos por qué.  

“Nietzsche no era capaz  de nada sin su hermana y tampoco con ella. La relación entre ambos era, en efecto, la misma que Nietzsche mantenía con la soledad”  

El motivo de esta deriva es Elizabeth Förster-Nietzsche. La relación entre Overbeck y la hermana de Nietzsche no fue para nada idílica. Es más, tras la muerte de Nietzsche los ataques entre ambos en público y en privado fueron continuos por la forma de gestionar su legado.  El motivo era que Elizabeth se autoerigió en la representante de su hermano, en su biógrafa y en la cara visible del Archivo Nietzsche, y en este empeño no dudó en “encerrar al hombre” y mostrar únicamente al ídolo convirtiendo los pensamientos de su hermano en algo dogmático vendido a la ideología imperante del momento. Para Elizabeth, casada con Bernhard Förster (agitador político, escritor alemán y ferviente antisemita),  la religión era el punto alrededor del cuál giraba la obra de Friedrich. Para Overbeck, sin embargo, el pensamiento de Nietzsche tenía poco que ver con la religión en particular porque se basaba en la cultura en general, en su aspecto más genérico, ya que el filósofo mantuvo un desinteresado agnosticismo durante toda su vida.  Así, mientras Elizabeth defendía que su hermano había sido un ferviente religioso para Overbeck la crítica de Nietzsche a la religión se basaba únicamente en la incompatibilidad del hombre moderno con el cristianismo primitivo. 

“Que Nietzsche haya sido alguna vez un devoto cristiano es un completo disparate. (…) Es tan disparatado como el hecho de que entre los teólogos modernos haya un grupo de nietzscheanos”

Otro de los puntos en los que Franz Overbeck difiere de Elizabeth Förster-Nietzsche es en su locura: de todos es sabido que el los últimos años de su vida la salud mental del filósofo era, cuanto menos, débil. Para su hermana el motivo de su enfermedad fue una gran crisis de fe que le llevó al consumo de drogas incontrolado que se convirtió en adicción.  Overbeck, mucho más cercano a Nietzsche en todos los aspectos y también conocedor de su carácter, asegura que su locura fue fruto de una especie ataque que derivó en un estado que alternaba depresión y delirios y que fue incapaz de controlar.

Según palabras de Franz Overbeck lo que le impulsó a escribir esta biografía arrebatada de Friedrich Nietzsche  fue limpiar el nombre de su amigo. Para Overbeck la versión que se Elizabeth ofrecía de su hermano era totalmente interesada, una imagen de genialidad y majestuosidad descuartizada, manipulada y sectaria que estaba en las antípodas del personaje real que fue Friedrich Nietzsche. De hecho la obra de Nietzsche tiene dos corrientes investigativas: el Archivo Nietzsche gestionado por Elizabeth Förster-Nietzsche y la llamada "tradición de Basilea" que surge de la correspondencia Nietzsche-Overbeck y que fue estudiada y publicada por un discípulo del segundo, Carl Albrecht Bernoulli. 

nietzsche_biografías_zaratustra


“Yo no soy un hombre, soy dinamita” 


“El pobre Nietzsche siempre se veía atraído por los demás de forma excepcional”. Y sin embargo  era incapaz de entablar relaciones sanas ni con hombres ni con mujeres. Le persiguió siempre una especie de abrupto egocentrismo que repelía al común de los mortales y era poseedor de un ansia de reconocimiento que manifestaba sin pudor y que posiblemente fue su peor enemiga

Las cultura popular describe a Nietzsche como un hombre caótico aunque en la intimidad resultó ser extremadamente ordenado y caprichoso en su vida privada. Esta es sólo una de las contradicciones que encontramos en su vida. Otra, una supuesta homosexualidad que las malas lenguas utilizaron para argumentar una inconcebible relación amorosa con su cuñado, algo prácticamente imposible habida cuenta de que a Nietzsche Bernhard Förster no le caía  bien debido a su fanatismo. Overbeck niega tajantemente que su amigo fuera homosexual aunque asegura que este tema le llamaba la atención y que ocupó varias conversaciones entre ambos. 

Respecto a su relación con las mujeres, tampoco eran fáciles. De carácter tímido algunas crónicas aseguran que Nietzsche pidió matrimonio a la escritora rusa Lou Salomé a los pocos días de conocerla, aunque ella declinó la oferta,  y que su verdadero amor fue Cósima Wagner. En esto si que coincide la tradición, la cultura popular y el personaje: el encuentro con Richard Wagner con Nietzsche se convirtió en fundamental para el desarrollo personal y profesional del segundo. Sin embargo con el paso de los años poco a poco ambas figuras fundamentales de la cultura del siglo XX se fueron distanciando por diferencias en su pensamiento. De hecho la separación de Nietzsche y Wagner, su editor y su hermana se produjo por el antisemitismo reinante en el ambiente que ellos tres aceptaron pero que el  filósofo rechazó de pleno. 


nietzsche y wagner_reseñas de biografías

“La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche” es un texto curioso, una de esas biografías en las que buscas el dato que llame la atención para acercarte al personaje pero en el que te encuentras con una anécdota de unas  120 páginas provenientes de una fuente directa que convivió con Nietzsche. Son especialmente interesantes las notas excluidas que no se publicaron en la edición original en las que queda patente la animadversión entre Overbeck y la Elizabeth Forster-Nietzsche. También llama poderosamente la atención la afirmación velada de que la figura de Nietzsche y su filosofía fuera manipulada deliberadamente para adaptarla a unas modas políticas que, por cierto,  repelían profundamente al filósofo, de ahí la intención de Overbeck de hacer justicia con estas notas biográficas. Por último, sobre la relación entre Overbeck y Nietzsche parece ser que ésta se basaba en una admiración tan contraria como lo eran sus propios caracteres: Overbeck manifestaba y reconocía la infinita superioridad intelectual del autor del Zaratustra mientras que Nietzsche, de forma oculta, envidiaba la capacidad de su amigo para ser feliz. 

Tras la lectura de “La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche” la cuestión es: ¿quién fue  Nietzsche? ¿existió realmente más allá del filósofo que todos conocemos? ¿hasta que punto se corresponde su figura con lo que nos ha contado de él la tradición popular? Desde luego un curioso retrato de uno de los nombres más importantes del pensamiento occidental contemporáneo


biografías_nietzsche_reseñas de libros

No hay comentarios: