Miscelánea: Concepciones milagrosas por Navidad


Las concepciones milagrosas y fuera de cualquier explicación científica no son algo exclusivamente cristiano ni navideño aunque, por motivos obvios, es en estas fechas cuando más de moda están. Pero concepciones donde mujer da a luz hijo sin haber conocido o probado varón las hay prácticamente en todas las culturas por una cuestión antropológica y para unir (lo que viene a ser, justificar) la aparición de algunos poderes y de algunas creencias en un indiscutible esfuerzo por unir cultos paganos ancestrales y religiones modernas para que éstas fueran aceptadas popularmente y para darles una justificación histórica. 

Reseñas: 10 biografías en blanco y dos canciones para recordar

escritores_biografías y curiosidades

De un tiempo a esta parte la lectura de apuntes biográficos ocupa una parte de mi tiempo. Cualquier libro, cualquier cuadro, cualquier lectura en general está llena de referencias transversales sobre las que es curioso y fácil indagar y en las que encuentras multitud de datos interesantes. Esto pasa igual si escucho una canción de Satie y acabo leyendo una extraña recopilación sobre su casi desconocida faceta como poeta como si lo que hago es comprar de forma casual y de rebote un libro Tennessee Williams que entre líneas no es sino una autobiografía edulcorada del escritor. Por eso la lectura de “Escrito en blanco” de Íñigo García Ureta ha sido a la vez tan amena y tan enriquecedora. 

Reseñas: Tennessee Williams y el mejor patinador negro de todos los tiempos

tennesse williams_reseñas_Fama

No sé definir lo que es “el mundo de la razón”. Posiblemente la historia de la filosofía nos permitiría ahondar en éste, que sería a buen seguro un término con multitud de matices, visiones y revisiones unas veces atemporales y otras terriblemente efímeras. Sin embargo esta vez, aunque sea sólo por esta vez, voy a quedarme con la definición que de “el mundo de la razón” hace Moise, co-protagonista en la sombra y excusa para titular el que posiblemente es el libro menos conocido de Tennessee Williams aunque fuera publicado cuando el dramaturgo estadounidense ya había ganado dos Premios Pulitzer (en 1948 por Un tranvía llamado Deseo y en 1955 por La gata sobre el tejado de zinc), un Tony (La rosa tatuada, 1952) y dos Premios de la Crítica Teatral de Nueva York (El zoo de cristal en 1945 y La noche de la iguana en 1961), además de tener el reconocimiento del público a nivel mundial.