“Maldito
Palahniuk” es una expresión que pueden utilizar igualmente “fans”
y detractores del estilo grotesco, irónico, desacomplejado, cínico
y grosero del escritor Chuck Palahniuk. Sobre todo, grosero, un
adjetivo que le viene como anillo al dedo a “Maldita”, la última
obra de este autor referencial de la literatura contemporánea
americana y que fue publicada en España el pasado mes de abril.
“Maldita” protagoniza la reseña de esta semana.
"Maldita" tiene todo lo que esperamos del deslenguado Palahniuk: tiene humor
blanco, gris, negro y de todos los colores; sexo sucio, siempre
sucio; una trama argumental delirante que no pierde fuelle a pesar
del transcurrir de las páginas; hambre de escandalizar; y al final,
crítica, una crítica voraz y sin censura a la sociedad actual y a
algunos de los elementos que la forman como las celebrities,
la religión y otras tantas estupideces que se convierten en
demasiadas ocasiones en protagonistas de revistas, noticias y
programas de televisión y que algunos esgrimen como ejemplos de
comportamiento. La crítica va especialmente para todos ellos y
ellas, falsos ídolos y dioses de barro, o mejor dicho de plástico inflamable y
nocivo, a los que un simple “pedo” comunitario puede romperles los pies y
hacerles caer de bruces contra el suelo.
“Maldita”, el peculiar Purgatorio de Palahniuk
“Maldita”
es la segunda parte de una peculiar trilogía que Chuck Palahniuk ha
querido crear al más puro estilo de la “Divina Comedia”. Sólo
que Palahniuk no es un Dante al uso, es mucho más incisivo y tiene menos dosis
de moralina que el escritor italiano del siglo XIII. Si en
“Condenada” Palahniuk contaba las aventuras y desventuras de la
adolescente Madison Spencer en el Infierno, “Maldita” sitúa la
acción en la Tierra, convertida en Purgatorio donde los
protagonistas han de redimir sus pecados antes del Juicio Final. La
historia continúa y también muchos de los personajes de “Condenada”
aparecen de nuevo en “Maldita” aunque lo hacen de forma
únicamente referencia (por ejemplo, la “camarilla” de amigos de
Madison tiene un papel mínimo mientras que su familia tiene un papel
mucho más importante). En esta segunda entrega nos
encontramos con una protagonista que vuelve del mundo de los muertos para llevar
a cabo su peculiar justicia. Este paso por la Tierra le sirve también
para explicar al lector, a modo de entradas publicadas en un blog personal,
los motivos reales por los que su alma está condenada.
Sobre la primera parte de este proyecto de Chuck Palahniuk (es decir, sobre “Condenada”) hay críticas que son muy brillantes. “Maldita” es un poco más “floja” que su predecesora, posiblemente porque todavía falta un tercer título, que suponemos está inspirado en el Cielo y ésta, por ser la parte intermedia, queda un poco coja. Es sólo una impresión pero es posible que entre el sorprendente inicio conceptual de la trilogía y lo que esperamos sea un final tan apoteósico como apocalíptico “Maldita” sea de los tres libros el menos brillante. De todas las formas me pasó lo mismo con la obra maestra de Dante: la mejor parte es, sin duda, el Infierno. A pesar de eso “Maldita” es un libro completo que no defrauda a los lectores habituales de Palahniuk. Además el retrato que hace de los padres de Madison, Camille y Antonio Spencer, es sublime, una mezcla perfecta que parece inspirada a partes iguales en los brangelinos y en la malograda unión Banderas-Griffith.
Sobre la primera parte de este proyecto de Chuck Palahniuk (es decir, sobre “Condenada”) hay críticas que son muy brillantes. “Maldita” es un poco más “floja” que su predecesora, posiblemente porque todavía falta un tercer título, que suponemos está inspirado en el Cielo y ésta, por ser la parte intermedia, queda un poco coja. Es sólo una impresión pero es posible que entre el sorprendente inicio conceptual de la trilogía y lo que esperamos sea un final tan apoteósico como apocalíptico “Maldita” sea de los tres libros el menos brillante. De todas las formas me pasó lo mismo con la obra maestra de Dante: la mejor parte es, sin duda, el Infierno. A pesar de eso “Maldita” es un libro completo que no defrauda a los lectores habituales de Palahniuk. Además el retrato que hace de los padres de Madison, Camille y Antonio Spencer, es sublime, una mezcla perfecta que parece inspirada a partes iguales en los brangelinos y en la malograda unión Banderas-Griffith.
El
estilo y las historias de Palahniuk no dejan indiferente a nadie.
También es cierto que con este escritor no hay medias tintas: o no
te gusta nada o te encanta. Reconozco que a veces su vocabulario, su
jerga y las imágenes que sus descripciones dibujan en tu mente
pueden resultar desagradables, siendo más elegante recrearlas en
viñetas como si de un cómic se tratara. Pero si esto no te
molesta, con él puedes pasar unos momentos muy divertidos. De alguna
manera Chuck Palahniuk me recuerda a Tom Sharpe: igual de bizarro, igual de
enrevesado e igual que crítico. Sólo que el primero es más
americano, más de Hollywood, y el segundo es un inglés, serio y
satírico. El primero la versión "yuesei" del segundo. Por supuesto, ambos son geniales (y recomendables).
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