["mata hari" a la española


Las sospechas se confirmaron pronto. Los restos humanos aparecidos en casa de la marquesa pertenecían a su propia hija, fallecida a causa de una larga enfermedad. La mano, guardada en una lechera. Los ojos y la lengua, amputados con la destreza digna de un cirujano.  Y una foto inmortalizando a ambas, en el lecho de muerte de la hija, poco antes de la brutal "carnicería". El escándalo salpicó a una sociedad todavía en posguerra que observó con repugna como una de los miembros más famosos de alta sociedad copaba los periódicos acusada de un delito de profanación. Estamos en el año 1954  y nadie se explica como una mujer educada, licenciada en Derecho y que había servido como espía a nuestro país , pudiera cometer tales actos.  Una mañana, la capital de España se despierta con una negra crónica: la marquesa descuartizó a su propia hija siguiendo un ritual.  
Una biografía de cine cuyo final dió un giro totalmente inesperado...

No hay comentarios: