Alejandra Pizarnik
Dos
nombres. Dos mujeres. Dos suicidios y miles de poemas. Una campana de
cristal y una Condesa Sangrienta. Dos damas huyendo de su vida
gracias a la literatura. Plath y Pizarnik empiezan con P, como la
poesía. Y las dos se han convertido también en dos referentes para
lectoras y escritoras de las generaciones que les precedieron.
Demasiadas similitudes para dos vidas y cientos de versos en
paralelo. Después he leído el poema "Cada cuatro años nace una poeta suicida" (al final del post)y entonces lo he entendido todo...