De un tiempo a esta parte la lectura de apuntes biográficos ocupa una parte de mi tiempo. Cualquier libro, cualquier cuadro, cualquier lectura en general está llena de referencias transversales sobre las que es curioso y fácil indagar y en las que encuentras multitud de datos interesantes. Esto pasa igual si escucho una canción de Satie y acabo leyendo una extraña recopilación sobre su casi desconocida faceta como poeta como si lo que hago es comprar de forma casual y de rebote un libro Tennessee Williams que entre líneas no es sino una autobiografía edulcorada del escritor. Por eso la lectura de “Escrito en blanco” de Íñigo García Ureta ha sido a la vez tan amena y tan enriquecedora.
Muchos de los personajes eran completamente desconocidos y a otros les ha sacado una nueva faceta también desconocida para mi. En este post hago una breve recopilación de estos perfiles sin ser “spolier”. Son biografías escritas antes de que Facebook, Twitter y las otras redes sociales se apropiaran de la expresión y la opinión. - Harry Beck: creador y autor no reconocido del famosísimo plano del metro de Londres, que después copiaron todas las líneas de metro del mundo.
- Bob Dylan: sabemos mucho de Dylan, pero esta frase en su pequeño perfil me pareció genial: “Si algo comparten Kiko Veneno y cualquier monjita es que ambos han versionado a Dylan”.
- Michael Francis: guardaespaldas, entre otros, de Paul McCartney, Led Zeppelin, Kiss, Cher, Frank Sinatra, Bon Jovi o George Michael quien tras una vida de giras y de ver excesos desde la retaguardia aseguró que el éxito más complicado es tener una familia y mantenerla.
- Ron Hyatt y Grace Quek: es curioso (o quizá no tanto) que Íñigo García Ureta recopile en este libro dos perfiles de actores porno, un hombre y una mujer. El primero es un archiconocido actor porno llamativo por su bigote y su nulo atractivo físio. De la segunda, lo que más me llamó la atención es que se trata de la historia que pudo inspirar a Chuck Palahniuk para escribir su novela “Snuff”.
- Charles-Louis Philippe: autor de Bubú de Montparnasse, novela que me han entrado ganas de leer casi de inmediato. Algo similar me ha ocurrido con el apunte sobre Mordecai Richler , el único escritor del mundo con una tipografía que lleva su nombre y que incluye entre los símbolos y signos de puntuación un puro, unas gafas, una pluma y un vaso de whisky.
- Jack Foley: grabador de sonidos de fondo para películas tales como cadenas de esclavos, pisadas, etc. Hoy en día los encargados de suplir el sonido ambiente en el cine se llaman “foley artist” en su honor.
- La increíble pero cierta historia de Alexander Ziskind Klausser, el abuelo del escritor Amos Oz.
- Edward Behr: Behr fue un periodista que durante la II Guerra Mundial era soldado destinado en Sumatra. En aquella época uno de sus cometidos era abastecer a la tropa. El tema de las divisas era complicado: en aquella pequeña isla donde fue a parar había un sinfín de monedas y los lugareños cogían todas. ¿Qué hizo Behr? Coger un juego de Monopoly y empieza a comprar con su dinero. Algunos meses después, los billetes del Monopoly habían desbancado al yen japonés como primera moneda en la isla.
¿Y las canciones? Pues aquí están, también extraídas de dos biografías del libro (ya véis, transversalidad otra vez): Rubin "Huracán" Carter y Al Green.
No hay comentarios:
Publicar un comentario