[poetas carnales: los hermanos Rossetti



Muchas veces, la cuna hace al artista. Algo así debió pasar con los hermanos Rossetti, quienes desde pequeños tuvieron claro que querían ser poetas. De los tres conocidos (Christina, Dante Gabriel y William Michael) sólo la primera convirtió de las letras su verdadera profesión (aunque quien más fama ha tenido es el segundo, Dante Gabriel) alcanzando un notable éxito y convirtiéndose en una de las poetisas inglesas más importantes de todos los tiempos y una de las escritoras más reconocidas de la época victoriana. Mientras que William se dedicó a la crítica literaria y teatral, Dante se decantó por la pintura llegando a convertirse en un referente en su época. De hecho, fue uno de los fundadores e impulsores de la Hermandad Prerrafaelita, que quería recuperar la tradición artística del siglo XV italiano. Y no es que al mediano de los hermanos Rossetti le faltara talento para la escritura. Al contrario, sus poemas son considerados como obras brillantes. Pero según algunos, se decantó por esta disciplina porque estaba convencido de que gracias a ella llegaría a enriquecerse.

A pesar de ello, Dante Gabriel Rossetti siguió escribiendo durante toda su vida pero,  por desgracia, la mayoría de sus poemas nunca vieron la luz. Los más conocidos son aquellos que escribió sobre sus propias obras de arte. Casi todos los que escribió durante su juventud fueron enterrados junto al cuerpo de su esposa, Elizabeth Siddal, quien se suicidó con láudano poco después de dar a luz un niño muerto. Y sin embargo, la poca parte de su poesía que fue publicada eclipsó el trabajo de su hermana pequeña.


Christina Rossetti y su madre, Frances, retratadas por el pintor en 1877

De todos los poemas de Dante Gabriel Rossetti sólo una pequeña parte fueron exhumados en 1869, cuando la salud mental de Rossetti estaba ya muy deteriorada y un grupo de amigos le instaron a que recuperara su obra literaria. Entre ellos destaca especialmente la serie The House of Life (La casa de la vida), que describe el desarrollo físico y espiritual de una relación íntima. En ellos se habla de sexo y de sensualidad (algo que también le obsesionó durante la última etapa de su pintura) y por ello los expertos aseguran que este compendio de poemas es un buen resumen de la denominada “poesía carnal”. Su obra fue brutalmente criticada y Dante, drogadicto y alcohólico, se retiró de la vida pública en 1870. Murió años después.


En la obra de Dante Gabriel Rossetti predominan en las que predominaban las sensuales mujeres
de gruesos párpados. Entre sus modelos preferidas, Jane, la esposa del escritor e ilustrador inglés
William Morris (1834-1896), con quién Rossetti parecía estar obsesionado

Si el alcohol, las drogas y las alucinaciones fueron una constante en la inestable vida de Dante Gabriel Rossetti, ocurre todo lo contrario con su hermana. Christina Rossetti comenzó a escribir siendo niña pero no será hasta los 31 años cuando vea la luz su primera obra "Globin Market and Other Poems", cuya portada fue ilustrada por su hermano mayor.


Portada del libro


Álbum familiar

Dante Gabriel Rossetti



Francis, Christina y Dante junto con el escritor Lewis Carroll, amigo de la familia. Dicen que la obsesión de Dante por los wombats, animales exóticos originarios de Australia y Tasmania que tardan 14 días en hacer la digestión, inspiró al autor de Alicia en el País de las maravillas para incluir el personaje del lirón. Poco antes de retirarse definitivamente, Dante Rossetti pedí a con frecuencia a sus amigos que se encontraran con él en la “Guarida del wombat”, en el zoo de Londres en Regent's Park, donde pasabamuchas horas. Finalmente, en septiembre de 1869 adquirió su primera mascota de wombat. Este, que vivió poco tiempo y al que llamó “Top”, a menudo lo llevaba a la mesa, y se le permitía dormir en el centro de la mesa durante las comidas. 


Durante su adolescencia, Christina tuvo diversos brotes nerviosos que derivaron en sucesivas depresiones y que hicieron que la joven se volcara, por empeño de su madre,  en la religión. 

En su juventud se relacionó con el círculo de amistades de su hermano, y gracias a ello entró a formar parte de la Hermanadad Prerrafaelita, con quienes solía reunirse a menudo para conversar. Allí conoció al artista James Collison con quien pronto se comprometió. Collison era un ferviente católico, pero debido a su amor por Christina (que era anglicana) decidió convertirse. Sin embargo, su conciencia hizo que volviera a convertirse al catolicismo y el compromiso entre ambos tuvo que romperse. Poco tiempo después, Christina comenzó a relacionarse con el lingüista Charles Cayley, pero no se casó con él, también por razones religiosas.


Juana de Arco retratada por Dante Gabriel Rossetti

Sobre la obra de Christina Rossetti,  algunos aseguran que sus poemas están llenos de dobles interpretaciones y que, aunque de forma diferente a los de su hermano y mucho menos explícita, la tentación carnal y el erotismo también están presentes en su trabajo. Aunque en su caso, su presencia es vista como una alegoría entre la salvación y la redención, como una lucha constante entre el deseo y la redención social. Algunas interpretaciones también apuntan a que los poemas de Christina estaban dedicados a su hermano Dante, a quién le unía su visión del arte y también un espíritu y una mente atormentada y enferma. 

Con el paso de los años (Rossetti y su obra fueron “olvidadas” durante la primera mitad del siglo XX) algunos han visto en la poesía de Rossetti temas feministas y su figura fue reivindicada en los años 70,  pues tenía sentimientos encontrados frente a temas como el sufragio femenino. El resto de su trabajo está relacionado con la poesía infantil y religiosa. 

Respecto a su biografía más personal, poco o nada más se sabe sobre ella. Sólo que pasó gran parte de su tiempo y de vida trabajando como voluntaria en una casa de acogida para prostitutas.

En mi caso, conocí a Christina Rossetti gracias a Virginia Woolf, quien hace referencias continuas a la poeta en su ensayo  "Una habitación propia". He seleccionado dos de sus poemas que destacan por diversos motivos y que me han llamado la atención. El primero, por su tratamiento de lo femenino. El segundo, un texto de amor especialmente conmovedor. En ambos casos, preciosos. 

Canción de la Novia (Bride Song)


¡Oh, es tarde para el amor, tarde para la alegría,

Tarde, demasiado tarde!

Has vagado en el camino por mucho tiempo,

Has dudado frente a la puerta:
La encantada paloma sobre la rama
Murió sin un compañero;
La encantada princesa en su torre
Durmió detrás de las rejas;
Su corazón se encogía de pesar
Mientras tu la obligabas a esperar.

Hace diez años, hace cinco años,
Un año atrás,
Incluso entonces habrías llegado a tiempo,
Aunque parco y lento;
Hubieses visto su rostro viviendo,
El que ya no podrás contemplar:
La fuente congelada podría borbotear
Los brotes continuados y soplar,
El cálido viento del sur podría despertar
Para derretir la nieve.

¿Es ella hermosa ahora que yace?
En un tiempo lo fue;
Una reina para cualquier rey,
Con polvos dorados sobre el cabello,
Ahora son amapolas en sus rizos,
Blancas amapolas ha de llevar;
Un velo sobre el rostro ha de llevar
Junto a su anhelada tumba:
¿O es el hambre saciado lentamente
Quién suelta las amarras del cuidado?

Nunca la vimos sonreír,
O con el ceño arrugado;
Su lecho nunca le pareció suave
Aunque se sacuda debajo;
Nunca atendió sus ropas,
Mortajas, vestidos, o coronas;
Pensamos que su frente blanca sufría
Bajo el peso de su joyas,
Antes de que el cabello plateado asomara
En el campo perdido de los castaños.

Nunca la escuchamos hablar con premura,
Sus tonos eran dulces,
Y modulando sin luces,
Apenas lo necesario:
Su corazón se sentó silencioso entre el ruido
Y las mareas de la calle.
No había prisa en sus manos,
Ninguna prisa en sus pies;
No había ninguna dicha cercana
Que ella no se detuviese a saludar.

Debías haberla llorado ayer,
Llorado sobre su cama desierta:
¿Pues dónde habrás de llorar hoy
Si está muerta?
Los que la amamos no lloramos hoy,
Pero coronamos su cabeza real.
Deja estas amapolas que esparcimos;
Tus rosas son demasiado rojas:
Deja que estas amapolas, no para ti,
Crezcan y se extiendan.

Recuérdame

Recuérdame después de haberme ido; 
Cuando, bajo la tierra silenciosa,
No me alcance tu mano temblorosa
Ni pueda desandar lo recorrido.

Recuérdame sin más cuando, perdido
Nuestro sueño común, como la rosa
Marchita, esté; pues ya ninguna cosa,
Promesa o ruego, llegará a mi oído.

Mas si me olvidas por un tiempo, amado,
No sufras si el recuerdo luego insiste.
Si tinieblas y vermes han dejado

Algún vestigio de mi pensamiento,
Prefiero que me olvides si contento
Estás a que me evoques y estés triste. 

Anoche, hacia las tres de madrugada, digo, leí a Carmen este poema:

Fui yo quien de los dos amó primero,
Después tu amor se alzó y tan desmedido
Fue su canto que ahogó el dulce sonido
Del mío. ¿Quién dio más? Fue duradero

Mi amor, desbordó el tuyo su venero
Un instante. Te amé y te he comprendido,
Me amaste tú por lo que soy y he sido.
Peso y medida para el verdadero

Amor no cuentan. “Tuyo” y “mío” son 
Palabras que no entiende. Separados
El amor alza el vuelo. Dos es uno

Y uno es dos en amor, ambos fiados
En la fuerza y sentido de esa unión.
Nosotros somos del amor ese Uno.




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