[¿cómo hacer un poema?

Tristán Tzara es un poeta que vino del este. Un visionario. Un hombre que encarna el dadaísmo en las letras. Único y totalmente diferente. Escribí un breve artículo sobre él hace justo hace un año en la revista cultural VULTURE. Desde entonces  he conocido mucho más al personaje y al poeta. Lo cierto es que sus poemas me están encandilando. Y como fundador del movimiento dadaísta, su huída de la belleza eterna, su viaje contra lo que se supone que son leyes lógicas, su apuesta por la movilidad constante de pensamiento o por la impureza de lo abstracto me parece una lucha de de lo más conveniente en los tiempos que corren.  Y no es porque huya de las tradiciones. Pero no me gusta lo estanco. Han pasado muchos años desde que el joven Samy Rosentock entrara por primera vez en el Cabaret Voltaire de Zurich. Hablamos del año 1916. Fue consumido por la nada, por el nihilismo y por lo abstracto. Sin embargo, este pensamiento no duró siempre. Con los años,abandonó el pesimismo y la esterilidad propios del dadaísmo y se interesó por el surrealismo.  Supongo que todos, tarde o temprano, tenemos que cambiar. 

Construir poemas

Que no escribirlos. La base de su teoría era simple: 

Coja un periódico. Coja unas tijeras. 
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta 

darle a su poema. 
Recorte el artículo. 
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que 
forman el artículo y métalas en una bolsa. 
Agite suavemente. 
Ahora saque cada recorte uno tras otro. 
Copie concienzudamente 
en el orden en que hayan salido de la bolsa. 
El poema se parecerá a usted. 
Y es usted un escritor infinitamente original y de una 
sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo.




Su poema nº XIV 

Todos hemos querido viajar en barómetros, cometer errores y ser idiotas. ¿no?


                                       Maquillar la vida en el binóculo -frazada de caricias

                                                            - panoplia para mariposas, - 


                                              he ahí la vida de las camareras de la vida. 



Acostarse en una navaja de afeitar y sobre pulgas en celo 



-viajar en barómetro - 



mear como un cartucho - 



cometer errores, ser idiotas, ducharse con minutos santos -



4 ser golpeados, ser siempre el último -



 gritar lo contrario de lo que dice el otro - 



s
er la sala de redacción y de baños de dios que cada día se da un baño en nosotros en compañía del pocero, - 


                                       he ahí la vida de las camareras de los dadaístas. 
Ser inteligente - 
respetar a todo el mundo -  
m


orir  en el campo de honor- 



suscribirse a la Deida Exterior - 



votar por Fulano - 



el respeto por la naturaleza y la pintura - 



aullar en las manifestaciones dadá, -   





he ahí la vida de las camareras de los hombres.













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