Reseñas: "El Reino", de Emmanuel Carrère

 

Además de por regalarnos una historia brillante que absorbe nuestra atención desde la primera página, a Emmanuel Carrère también tenemos que agradecerle dos cosas más de su libro “El Reino”. La primera, la capacidad para describrinos el contexto histórico en el que tomó forma el cristianismo y en el que transcurrió la vida de aquellos hombres que conocieron a Jesús y que sentaron las bases culturales más importantes de nuestra civilización. La segunda, su  sinceridad, porque en ningún momento deja que olvidemos lo más importante: que esto es una novela reconvertida en ensayo, una ficción basada en personajes reales. Si tenemos esto claro,  podremos disfrutar de “El Reino” como un texto que, si bien puede estar abierto debates teológicos o dogmáticos, no es susceptible de dudas sobre calidad en el lenguaje y excelente composición literaria.

Relatos: II Premio de literatura erótica Válgame Dios

 

La editorial Edhasa ha publicado el relato ganador y los 9 finalistas del II Premio de Literatura Erótica Escrita por mujeres Válgame Dios en un libro en el que, como no podía ser de otra forma, sensualidad y erotismo son protagonistas absolutos. Buceando entre sus páginas nos sumergimos en el universo de diez autoras que utilizan la literatura para expresar cómo viven, sienten e imaginan lo erótico. Porque como dijo  Octavio Paz: “En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación".

Novela: Hay un rey loco en Dinamarca

 
Laurence Olivier en una escena de Hamlet en la versión de 1948

Hay un rey loco en Dinamarca. Y no es Hamlet, deberíamos precisar.  La segunda novela de Darío Fo nos lleva a  historia de finales del siglo XVIII marcada por la potente personalidad de algunos de los monarcas de la Casa Olderburgo, y personajes desconocidos para muchos y que bien merecen la revisión de los amantes de la biografías curiosas. Si su padre el rey Federico V destacó por su carácter licencioso el protagonista de esta novela (Cristián VII) lo hizo por los fuertes brotes esquizofrénicos que le apartaron del trono y de la realidad.