Imagen que ilustra la portada de "Modelos animales" |
“Modelos animales” es un libro ideal para leer esta Semana Santa: ideal por la sangre, por las vísceras, por las mutilaciones y por la asombrosa capacidad de sus personajes de autoinflingirse dolor o proporcionárselo a otros. Como si de una procesión se tratara, en este libro de relatos se van sucediendo ante nuestros ojos unas historias que tienen la violencia, gratuita, conscientemente inconsciente e incluso racionalizada, como denominador común. Me dijeron, me comentaron, que éste no era un libro apto para todos los estómagos. Parte de razón si que hay en la afirmación, aunque lo realmente recomendable es que aquellos que son hipersensibles a la casquería narrada (y que a lo mejor no sufren la misma aprensión ante las imágenes violentas) lo lean con el estómago vacío, vacío de birra y vino (como dice una canción) o de cualquier otra cosa. Con eso, suficiente.