Poesía: Para matar al hombre de la paz



Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza.

Raquel la Bella, Raquel la deseada


Chaplin la quiso para él, y ella le dijo que no. También la adoró el poeta Enrique Gómez Carrillo, y el mísmisimo Alfonso XIII no sabía cómo no rendirse ante su belleza y ante su voz. El talento de Raquel Meller rozaba lo transgresor y su carisma encima y debajo de las tablas la convirtieron en una de esas mujeres de mirar no tocar, en una gran deseada por el público y sobre todo por los hombres. La chica de pueblo se convirtió en estrella. Se convirtió en la estrella española del París de los años 20 con su cuplé, con su rizo y con su mantilla. Mujer española de pura raza. Una mujer que, tenemos que destacar, también fue portada de la Revista Time en 1927. En fin una gran historia la de esta mujer de armas tomar.