Mano que mecía trompetas



Irving Penn está considerado como uno de los revolucionarios de la cultura visual del siglo XX. Sobre él se ha dicho, entre otras muchas cosas, que era un expertos en descontextualizar a la persona. En su estudio o en las zonas más inhóspitas de Latinoamérica y África, donde desarrolló parte de su trabajo. Para él, lo principal era lo humano. Por eso, el tratamiento era igual para un nativo del Amazonas que para una modelo protagonista de un reportaje de Vogue. La revolución que Irving Penn fue lo que a la literatura Cortázar o a la pintura Picasso.  Probó. Experimentó. Casó arte con publicidad. Estableció un hasta entonces extraño matrimonio entre vanguardia y sentido comercial. Y ganó: hoy en día sus trabajos se exponen en los museos más prestigiosos del mundo.