Reseñas / biografías: Juan Roig, Ni tan ángel ni tan demonio



Hasta hace muy poco no se me había ocurrido indagar demasiado sobre quién o qué era el propietario de una de las cadenas de alimentación más importantes del mundo. No me había parado a pensarlo porque creía que era una pregunta que no trascendía de lo local. Al dueño de Mercadona en Valencia se le identifica claramente. Todo el mundo sabe quién es por ser un ente  muy valenciano, que defiende su tierra y sus orígenes y que lleva con orgullo y traje de torrentí a su hija Fallera Mayor del brazo .

Poesía: Para matar al hombre de la paz



Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza.

Raquel la Bella, Raquel la deseada


Chaplin la quiso para él, y ella le dijo que no. También la adoró el poeta Enrique Gómez Carrillo, y el mísmisimo Alfonso XIII no sabía cómo no rendirse ante su belleza y ante su voz. El talento de Raquel Meller rozaba lo transgresor y su carisma encima y debajo de las tablas la convirtieron en una de esas mujeres de mirar no tocar, en una gran deseada por el público y sobre todo por los hombres. La chica de pueblo se convirtió en estrella. Se convirtió en la estrella española del París de los años 20 con su cuplé, con su rizo y con su mantilla. Mujer española de pura raza. Una mujer que, tenemos que destacar, también fue portada de la Revista Time en 1927. En fin una gran historia la de esta mujer de armas tomar.

Escritores: Artaud, historia del amor y la crueldad






"Artaud...la cara de mis alucinaciones. Los ojos alucinados. Los rasgos angulosos, tallados por el dolor. El hombre soñador, diabólico e inocente, frágil, nervioso, potente. Cada vez que se cruzan nuestras miradas, me sumerjo en mi mundo imaginario. Realmente, es un hombre alucinado y alucinante”. Así es como la escritora Anaïs Nin define a Antonin Artaud en su segundo diario inexpurgado, “Incesto” (1933-1934). El libro es polémico, como lo son todos sus diarios. En él habla de temas “recurrentes” en su obra como el aborto, el adulterio o el lesbianismo, pero en este caso Anaïs Nin incluye además el capítulo en el narra la relación romántico-sexual que mantuvo con su padre, el músico cubano Joaquín Nin, quién la abandonó cuando tenía once años y con quien se reencontró veinte años después. Decir que Anaïs Nin era una devoradora sexual, una omnívora en la cama, suena a “sensacionalismo”, a cotilleo, a usurpación del plano personal. Pero la verdad es que la Nin lo era y lo reconoció tanto a lo largo de su vida como a lo largo de su obra. Nadie falta a su memoria realizando una afirmación así. Sin embargo, también hay que decir que una de las relaciones que más le marcó y de la que más habló fue la que mantuvo con el poeta Antonin Artaud una "relación" que precisamente no se caracterizó por la atracción física o sexual. Quien sabe si Anaïs Nin, cansada de tanta conexión carnal con el mundo, vio en el poeta algo que le llenaba plenamente mucho más allá del cuerpo. El caso es que Anaïs Nin, de alguna manera, se enamoró del dolor que este hombre de mente y cuerpo enfermo emanaba. 

Poesía: Armando Buscarini, un poeta maldito vasco



-Es verdad que yo sufro; pero oídme:

- ¿qué me importa sufrir si soy poeta?

Sólo con leer esta frase ya podemos hacernos una idea de la vida y obra de Armando Buscarini, poeta, bohemio y "maldito" español. Su vida y su obra, así lo confirman. Buscarini (nacido en Ezcaray en 1904) desarrolló su obra en el Madrid de principios del siglo XX. Según las crónicas, fue una de las personalidades más bohemias y peculiares del momento, retratado por algunos de los literatos más conocidos de la época como Baroja, Ramón Gómez de la Serna o Valle-Inclán. Sus versos, de corte romántico, pueden verse en su prolífica obra, que tuvo su época dorada durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). 

Escritoras: Las chicas malas de la literatura (versión 2.0)

foto: Simone de Beauvoir

En este post quiero recuperar un artículo que escribí, hace ya bastante tiempo, para VULTURE. Esta entrada tuvo en su momento más de 6.000 entradas lo cual, para alguien como yo, es mucho, muchísimo. El texto pretende ser una breve recopilación de las "chicas malas de la literatura" a lo largo de la historia, es decir, que trata sobre aquellas que a pesar de la época en que vivieron y de su género, se mostraron igual de rudas, vanguardistas, pasionales o estridentes que sus homólogos masculinos, a pesar de que la sociedad no lo esperaba de ellas. ¿Por qué he vuelto a él después de tanto tiempo? Porque en los últimos estoy releyendo a algunas chicas "actuales" como Lydia Lunch (Paradoxia, muy recomendable), Beatriz Preciado (Manifiesto Contrasexual) o Virginie Despentes (Teoría King Kong). Como aseguraba Judy Berman en un artículo sobre el tema que encontré en Internet (concretamente en la revista de crítica literaria http://flavorwire.com/)"podríamos haber hecho esta lista de cinco veces más larga", pero, como en tantas otras ocasiones, ni están todas las que son, ni son todas las que están. Más de 3000 años de historia a Safo o a Alice Walker. Un placer siempre re-leer y re-escribir este tipo de post. 

Escritores: Fyodor y Anna



Querida Anna:

Ya es otra vez de noche y al cerrar los ojos no puedo evitar que las sombras se ciernan sobre mi. Oigo sus disparos rozando mi cabello, rociando de pólvora un sudor que cada vez es más frío hasta convertirse en agua helada impregnando los surcos de mi frente. Recuerdo que aquellos días había escarcha para cenar. También recuerdo el olor de aquella noche siberiana y el dolor agudo en mis manos y en mis pies. Se que tú me entenderás como nadie si te digo que mis manos están entumecidas, me duele sólo pensar en moverlas. Confesaste que a ti también te había pasado lo mismo en alguna ocasión. Tú me comprenderás porque tú eres la que agitas como nadie los dedos, la prestidigitadora que pone música celestial a la máquina de crear novelas. El traqueteo de tus dedos, tus golpes contra el papel, me parecen sinfonías entre las paredes. Pero ahora, la música de los disparos, que también son secos y rítmicos,  se me antoja mucho menos celestial.

Escritores: Maldito Baudelaire




Maldito el Baudelaire de los retratos, es de la mirada perdida y penetrante que reta al objetivo y que me mira desafiante, siempre al otro lado del espejo. Malditos ojos. Maldito simbolismo y maldito mundo indescifrable. Bendita Mariette quién crió al poeta y al que el maldito dedicó unos versos de Las flores del mal, y bendita la maldición de Sarah, la prostituta judía bizca y enferma para la que Baudelaire también tuvo palabras: Una noche en que estaba con una horrible Judía, como un cadáver tendido junto a otro, pensaba, al lado de aquel cuerpo vendido, en esta triste belleza de la cual mi deseo se priva.’ Tan maldita como el poeta fue Jeanne, la Venus negra, dama exótica y voluptuosa que inspiró una y otra vez a Baudelaire durante su larga e intensa relación.

Miscelánea/ historia: Las 168 páginas que cambiarían el mundo



Era un día excesivamente calurosa y el Conde bebía sentado en un populoso asiento de cuero marrón. Se limpiaba la frente con un pañuelo de seda mientras por su mente desfilaban palabras como unión, federalismo, europeísmo, unión de estados, democracia, justicia social, patriotismo. No podemos perder más tiempo, pensaba. Debemos unir nuestras fuerzas cuanto antes. Bebió otra taza de té helado, una de sus bebidas favoritas por la (supuesta) influencia de la mitad de sus cromosomas, japoneses. El folio todavía estaba en blanco. Apuró la taza. Se limpió los labios y miró al crucifijo que presidía su despacho.

Miscelánea/ biografías: La mujer que se convirtió en la memoria del poeta




La mujer se llama Nadezha, aunque familiarmente le llaman Nadia.  Tiene 20 años y acaba de conoce al escritor en un nightclub de Kiev. Estamos en el año 1919 y la familia de la joven se ha trasladado a la capital ucraniana por el trabajo del padre y por las posibilidades culturales que ofrece la gran ciudad. Nadia ha estudiado arte y proyecta escribir su tesis doctoral. Pero todo se para por las consecuencias no deseadas venidas de la Revolución de Octubre. La dura represión soviética les obliga a frenar su creación: ella guardará su tesis en el cajón de un escritorio y él no escribirá ningún verso que directamente o por interpretación pueda comprometerle políticamente. Ambos idearán un método para que su poesía no se pierda: se la recitarán el uno al otro y se la aprenderán de memoria.

Escritores: Unas últimas palabras antes de morir



Es muy difícil documentar sí realmente estas frases se pronunciaron, como asegura el escritor Hans Halter, cuando algunos de los literatos más famosos del mundo exhalaban su último aliento. Pero somos curiosos y nos gusta pensar que sucedió así. Imaginamos a nuestros escritores favoritos pensando, afilando sus plumas e imaginando a los protagonistas de sus novelas y poemas. Los imaginamos vestidos tal y como los retratos nos los han mostrado, con los trajes de la época en la que vivieron y en la que desarrollaron su arte. Es curioso que pocas veces los imaginemos precisamente antes de morir. ¿Dónde estaban y con quién? ¿A quién dirigieron sus últimas palabras? ¿Qué paredes y ventanales los vieron irse para siempre?

Miscelánea/ historia: Novia echada a suertes (y otros desfalcos de una boda real)


La eligió a suertes. Felipe III eligió a la que sería su futura esposa a suertes. Poco le importaba con quién compartir su lecho. Sólo tener una esposa que agradara a su padre y a Dios. Eligió no a la más guapa, ni a la que más le gustaba. Simplemente, a suertes. Y para colmo, lo hizo al principio "por poderes" y celebrándolo con una boda fastuosa de la que hablaron todas las crónicas de la época. Felipe III vació para sus esponsales el 10% de las arcas españolas. Entre sus bodas y las Guerras que no tenían fin, el pueblo muerto de hambre. Dicen que fue el rey de la decadencia. Su padre, ferviente religioso lleno de amantes, la vio llegar. Su hijo, vislumbró el Imperio prácticamente muerto.  

Mano que mecía trompetas



Irving Penn está considerado como uno de los revolucionarios de la cultura visual del siglo XX. Sobre él se ha dicho, entre otras muchas cosas, que era un expertos en descontextualizar a la persona. En su estudio o en las zonas más inhóspitas de Latinoamérica y África, donde desarrolló parte de su trabajo. Para él, lo principal era lo humano. Por eso, el tratamiento era igual para un nativo del Amazonas que para una modelo protagonista de un reportaje de Vogue. La revolución que Irving Penn fue lo que a la literatura Cortázar o a la pintura Picasso.  Probó. Experimentó. Casó arte con publicidad. Estableció un hasta entonces extraño matrimonio entre vanguardia y sentido comercial. Y ganó: hoy en día sus trabajos se exponen en los museos más prestigiosos del mundo.

Los nuevos artistas malditos




Escritores, que se emborrachaban con absenta, que se drogaban sin prejuicios o que vivían en apestosas habitaciones de hotel para las que apenas tenían dinero y no publicaron ni un verso. Músicos que apenas oyeron "radiar" su primer éxito pero que practicaron un modo de vida sin horarios, restricciones ni reglas. Pintores que apenas vendieron algunos dibujos y cuadros en vida y que ahora podrían dar de comer a varias generaciones de sus vástagos con la venta de uno sólo de sus trabajos. Los artista renegados han existido siempre. Tienen como bandera la incompresión y el “desencaje” vital. Se sienten alejados de unos congéneres que no les entienden. Pueden ser adelantados a su tiempo, visionarios o futura carne de Wikipedia. Pero ellos no lo saben. Sus vecinos tampoco. La mayoría frecuentan los círculos más bohemios de la cultura, tienen amores tormentosos y a veces sólo se sienten apaciguados por los fantasmas suicidas. Son los artistas malditos.


El término malditismo se aplica a todos aquellos artistas que no obtienen éxito en vida. ¿Quieres saber de dónde viene esta expresión? El malditismo viene de una obra literaria en la que se recogía una compilación de poemas realizada por Paul Verlaine, uno de los máximos exponentes del simbolismo francés, en 1888. En esta compilación homónima se recogen fragmentos de aristas como Tristan Corbière, Rimbaud , Mallarmé, Marle  Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L'Isle-Adam y Pobre Lelian ("Pauvre Lelian" en el original francés, anagrama del propio Paul Verlaine).


Verlaine


Rimbaud

¿Qué tienen todos estos creadores en común? Que vivieron, convivieron y compartieron miles de anécdotas. Pero Verlaine va mucho más allá: todos estos creadores tenían algo en común y era su genialidad introspectiva. Por diferentes motivos, personales, emocionales, físicos o psíquicos, todos estos artistas, en su mayoría poetas se habían alejado del mundo. Casi todos habían traspasado los límites de la realidad, confundiéndola con la ficción. Debido a esta situación, se habían convertido en seres herméticos y habían desarrollado la idiosincracia en su forma de escritura. Habían roto formas y esquemas literarios, experimentaban con las palabras y con los significados. Su ruptura mental e intelectual con el mundo les hizo o invisibles o extremadamente escandalosos para sus contemporáneos. Algunos de ellos, incluso llegaron a "repudiar" su propia condición humana y se entregaron a tendencias autodestructivas adoptando las drogas y el alcohol como principales compañeros de viaje y de creación. Todas estas renuncias, ahondaron en su genialidad. La acentuaron. El amor, la vida y la muerte vista con otros ojos. Las convenciones sociales por los suelos. Y sus dotes literarias, lejos de mermarse, en continuo crecimiento. 


Erik Satie, excéntrico y genial músico
El concepto de Verlaine del "poeta maldito" fue en parte tomado del poema de Baudelaire llamado Bendición, que inicia su libro Las flores del mal. La terminología y conceptualización fue pronto trasvasada a otros campos de la cultura convirtiéndose en un adjetivo para definir a aquellos artistas y creadores que, independientemente de su talento, son incomprendidos por sus contemporáneos. Algunos de los elementos comunes de ese malditismo expuesto a finales del siglo XIX son llevar una vida bohemia, rechazar las normas establecidas y desarrollar un arte transgresor o provocativo.  Charles Baudelaire, François Villon, Thomas Chatterton,Germain Nouveau, Antonin Artaud, Émile Nelligan, Armand Robin, Olivier Larronde, Innokienti Ánnienski, John Keats y Edgar Allan Poe son algunos de los nombres que la Wikipedia asocia con este término.

Pero ese es el concepto más histórico. Si tenemos en cuenta esas tres “aptitudes” de los malditos, no hay generación más maldita que la de los beat. Por no hablar del punk o el ultrafeminismo más radical representado por mujeres como Lidya Lunch o Virgine Despentes por nombrar sólo a algunas de las mujeres contemporáneas que han igualado la categoría de mujer con “artista maldita”. (Sin olvidar a las mencionadas recientemente en este blog Alejadra Pizarnik, Silvia Plath o Anne Sexton, por ejemplo).


Allen Ginsberg


Janis Joplin

¿Podemos hablar de artistas malditos hoy en día? Si es así, sólo puedes elegir a tus artistas malditos.


Stieg Larsson

POEMA BENDICIÓN, DE BAUDELAIRE

Cuando por el mandato de un supremo poder,
Aparece el poeta en este mundo hastiado,
Aterrada y lanzando mil blasfemias, su madre
Alza su puño a Dios, el cual de ella se apiada:

—"¡Ah! que no haya parido un nido de reptiles,
Antes de alimentar esta cosa irrisoria!
¡Maldita sea la noche de placeres efímeros
En que mi propio vientre concibió este castigo!

Puesto que me elegiste entre todas las hembras
Para ser la desdichada de mi triste marido,
Y no podría ahora arrojar a las llamas,
Como carta de amor, a este pequeño monstruo,

Haré yo que caiga el odio que me abruma
Sobre el útil maldito de tu perversidad,
Y tan bien torceré este árbol miserable
¡Que no brotaran de él sus apestadas yemas!"

Aplaca de este modo la espuma de su rabia
Y sin imaginar los eternos designios,
Ella misma prepara al fondo de la Gehena
Las llamas consagradas a los maternos crímenes.

Entretanto, cuidado por un Ángel oculto,
El niño abandonado se emborracha de sol
Y en todo lo que bebe y en todo lo que come
Vuelve a encontrar el néctar bermejo y la ambrosía.

Y juega con el viento y con las nubes habla
Y se embriaga cantando camino de la cruz;
Y en su peregrinaje, el Espíritu amigo
Llora al verle contento como un ave del bosque.

Los que él quisiera amar, se muestran recelosos
O bien, exasperado con su tranquilidad,
Buscan a alguien que quiera causarle algún dolor
Y hacen en él ensayos de su temple feroz.

En el pan y el viento que ha de probar su boca
Mezclan, con la ceniza, impuro salivazos;
Farisaicamente, rechazan cuanto él toca
Y le acusan de haberse interpuesto en su vía.

Su mujer va gritando a través de las plazas:
"Pues tan bella me encuentra que me quiere adorar,
Adoptaré el oficio de los antiguos ídolos
Y de nuevo, como ellos, me haré cubrir de oro;

Y me emborracharé de nardo, incienso y mirra
Y de viandas y vinos y de genuflexiones,
Para ver si consigo de un corazón ferviente
Usurpar, entre burlas, divinos homenajes.

Cuando, al cabo, me aburran esas farsas impías,
Sobre él extenderé mi mano firme y frágil
Y mis uñas, parejas a las de las arpías,
Hasta su corazón sabrán encontrar brechas.

Como pájaro joven que tiembla y que palpita
Arrancaré de su pecho su rojo corazón
Y para que se nutra mi bestia favorita
Al suelo, desdeñosa, yo se lo arrojaré."

Al Cielo, en que sus ojos ven un sitial espléndido,
Sereno alza el Poeta sus brazos compasivos
Y los vivos relámpagos de su lúcido espíritu
Le ocultan el aspecto de los pueblos furiosos:

—"¡Bendito seáis, Señor, que dais el sufrimiento
Como divino bálsamo de nuestras impurezas
Y como la mejor y la más pura esencia
Que dispone a los fuertes a las delicias sacras!

Yo sé que reserváis un sitio a los Poetas
En las gozosas filas de las legiones santas
Y que les invitáis a las eternas fiestas
De tronos, de Virtudes y de Dominaciones.

Sé bien que le sufrimiento es la única nobleza
Donde no morderán la tierra y los infiernos,
Y que para trenzar mi mística corona
Los tiempos y los mundos contribuirán de grado.

Mas las joyas perdidas de la antigua Palmira,
Los metales ignotos, las perlas del mar
No serán suficientes, aun por vos engarzadas,
A esa bella diadema clara y deslumbradora;

Pues no estará engastada sino de pura luz,
Surgida del hogar de los rayos primeros,
De la que los mortales ojos en su esplendor
No son sino dolientes espejos empañados.



EXTRACTO FASCINANTE DE LA INCICLOPEDIA

Sobre la alocada juventud de William S.Burroughs



Atraído por los rumores acerca de las legendarias fiestas que allí se celebraban, realiza sus estudios superiores en la Universidad de Harvard, donde instaura la ya legendaria tradición del Tiroteo Anual de Navidad entre Harvard y Yale. Se licencia en literatura inglesa y viaja a Austria, donde contrae matrimonio con una judía alemana que intentaba pasar lo más desapercibida posible entre sus convecinos nazis. Tras un viaje de novios por toda Europa, queda profundamente decepcionado ante la insólita oposición de sus colegas del Viejo Continente sobre la conveniencia de llevar una tercera pistola en el calcetín. Regresa a los EEUU y se instala en Chicago, donde trabaja como exterminador de cucarachas, siendo despedido a las pocas semanas tras conocerse su reticencia hacia los métodos tradicionales de aerosol para acabar con tan molestos animalitos. "Esos malditos sprays acabarán con nuestra capa de Ozono; mi método es más noble, eficaz, sostenible y respetuoso con el planeta" -afirmaba mientras soplaba el humeante cañón de su reluciente Smith & Wesson-. No tardaría en encontrar un empleo mejor remunerado como representante sindical en el seno de la familia Capone, que le permitía poner en práctica sus aficiones favoritas y costearse una dosis diaria aceptable de morfina mientras se ganaba la vida dignamente.

Interesante artículo sobre Borroughs



Cada cuatro años nace una poeta suicida




Alejandra Pizarnik 

 Dos nombres. Dos mujeres. Dos suicidios y miles de poemas. Una campana de cristal y una Condesa Sangrienta. Dos damas huyendo de su vida gracias a la literatura. Plath y Pizarnik empiezan con P, como la poesía. Y las dos se han convertido también en dos referentes para lectoras y escritoras de las generaciones que les precedieron. Demasiadas similitudes para dos vidas y cientos de versos en paralelo. Después he leído el poema "Cada cuatro años nace una poeta suicida" (al final del post)y entonces lo he entendido todo...

Chicas con Moleskine: ¿Quién es Marinna Oeste?



Me imagino a Marinna Oeste sentada en un bar, escuchando conversaciones ajenas y escribiendo las páginas en el diario en el que se ha convertido su Moleskine® Original. Son muchos los amantes de la literatura que las han usado antes: Van Gogh, Picasso o Hemingway. Usar Moleskine es una manía como cualquier otra y más que entendida cuando hablamos de literatura de viajes. Y Marinna Oeste es un viaje: ¿hacia dónde? Mejor lee el libro y, después, me lo cuentas.

[mientras duermes


Imagen: El asesino Sonámbulo


Mientras todos duerman, tú  te levantarás de la cama.  Aunque todavía no lo sabes, lo haces todas las noches desde que te conozco. Te prometo que no contaré tu secreto a nadie porque, de momento,   he decidido disfrutarlo por mi cuenta.  Tengo que confesar que la primera vez me asusté un poco  porque no contestabas a mi llamada, pero al día siguiente me di cuenta de que no te acordabas de nada. Una suerte para mi también. Aquella primera noche te esperé en la cama, pero la segunda no pude contemerme y te perseguí .

[ Feliz 1966



“Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”. Miró por la ventana para dar la bienvenida a 1966. Le apetecía ver como nacía el nuevo año que llevaba gestándose 52 semanas.  Decidió no firmar la nota  y la dejó de forma anónima en la parte de la mesilla que quedaba más cerca de la cama en la que a la mañana siguiente descansaría un cadáver desnudo y frío. En la otra esquina dejó la caja de tranquilizantes vacía. El Valium, que llevaba ya cinco años en el mercado, podía hacer estragos combinado con alcohol. Si cualquiera puede conseguir esta mierda, pensaba, es que ya he vivido lo suficiente.  La botella que derramaba sus últimas gotas de vida en la alfombra se la había comprado su madre, que siempre le hacía el mismo regalo por Navidad. Se quitó la camisa y se tumbó en la cama  esperando alguna señal. Miró la pequeña pecera y al insignificante animal que vivía en ella. Sabía que aquel viejo e intoxicado pez naranja flotaría pronto en la superficie, igual que él mismo, igual que todos cuando decidimos que sea nuestra alma la que decida por nosotros. Au revoir, mon petit amie.