[párrafos (falsos) de un escritor anónimo...

"  Memorias de una menos inmortal"

Quienes aseguran que los escritores van sobrados de una cosa que se llama egocentrismo, en contadas ocasiones, se equivocan. Creo que tengo entre mis manos uno de estos casos: me acaba de llegar un libro de Melusina de autor Anónimo. "Memorias de una menor Inmortal", se llama el libro. Pensaba que eso ya no se llevaba, que se quedó en los tiempos del Lazarillo, sin embargo parece ser que sí, que alguien no quiere ver su nombre en la portada de un libro. Es una pena porque es negra, roja, brillante y con una joven “séneca” sacudiéndose como pez en el agua dentro de un barreño de bronce y sangre. Y ver tu nombre en un entorno así, la verdad, tiene que molar. Lo dicho: el libro va sin firmar. Aunque claro, si yo escribiera un libro de vampiros que se publicara en plena ebullición del género, si además mi historia tiene adolescentes a “medio cocer”, y alguna intriga, y una historia de amor “interespecial”,a lo mejor tampoco lo firmaría, no vaya a ser que me acusen de querer convertirme en una fashion victim de las sagas, o de las letras, o de las tramas cinematográficas. Sin embargo, creo que éste no es el caso. Se cuenta, se dice, se rumorea, que más allá de una pura estrategia publicitaria del efecto “autor anónimo” puede esconderse la identidad de alguien que no quiere vincularse con esta literatura o, sospecho, con algunos de los párrafos de este libro, especialmente los de contenido sexual.

El sexo no es que llame la atención por lo abundante. Más bien, es que lo que hay, es sucio y depravado, no en un sentido negativo, sino neutral. Es sucio y depravado. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la chica que protagoniza la historia y estos pasajes es una niña de trece años, una joven cuyas formas femeninas aún no se han desarrollado, cuyos pechos apenas han nacido y cuyo pubis no precisa ser rasurado todavía. Obsceno, morboso y repugnante a la vez, es cierto que algunos pasajes bien merecen una autoría anónima (por si las moscas). Dice Hernán Migoya que es la saga vampírica más audaz, sexy y sangrienta  a la que le ha echado el diente….yo no sé si llego a ese punto de entendimiento con la novela. Ahora bien, dejando a un lado la trama (cuestionable desde mi humilde punto de vista), está muy bien la “fotografía”, osea, que las descripciones de los pasajes de sexo salvaje, los más escalofriantes e interesantes del libro, podrían pertenecer al mismísimo Sade.  También desprende un toque de ironía en una Barcelona apenas dibujada. El humor en los Eternos siempre está bien…aunque para gustos, los colores...

"Memorias de una menor Inmortal"
Editorial Melusina, Junio de 2010
160 págs.


(Como libro de "seres eternos/extraños en Barcelona os recomiendo "La Ciudad de sin Tiempo", novela firmada bajo el seudónimo de Enrique Moriel).