[el titiritero

Gracias a unas articulaciones prodigiosas, W. Amadeus Shwartz se convirtió en el titiritero favorito del rey José II de Hasburgo. Su éxito se basaba tanto en sus exagerados movimientos digitales como en el diseño de sus figuras, voluptuosas y rollizas mujeres sonrojadas de cinturas inimaginablemente estrechas que rompían con los moldes estéticos de la época. Las féminas de W.A Shwartz causaban furor no sólo en el monarca, sino entre todos los varones de la corte. En una ocasión, José II encargó a espaldas de la Reina Josefina un pase privado de las mujeres títeres en las dependencias de palacio Imperial de Viena. A la cita, además de numerosos aristócratas y políticos, también fue invitado Mozart, un tocayo de Shwartz cuya principal encomendación era poner la música con su violín al desfile de mujeres articuladas, dotándolas así de un mayor realismo y sensualidad. El pase fue un desastre porque, pese a la genialidad de los Wolfang Amadeus, el talento de ambos parecía fluir de manera descompasada. Aquella idea de dotar a los títeres de vida (al menos musical) nunca abandonó la cabeza del antepenúltimo monarca del Sacro Imperio Germánico, Rey de Bohemia y Hungría y Archiduque de Austria, que falleció durante ese mismo invierno. Tan sólo un año después, también moría Mozart, convertido ya en uno de los compositores más importantes de todos los tiempos. W. Amadeus Shwartz expiró su último aliento tres años después en un pequeño apartamento del centro de Viena, rodeado de pequeñas mujeres de cartón piedra que parecían prostitutas y condenado, como tantos otros genios, al ostracismo del anonimato generalizado.

[editorial diciembre 08

LA CAJA
El hombre se quedó encerrado en una caja. No recuerda cómo, ni cuándo, ni dónde, ni porqué. Sólo sabe que una vez, hace mucho tiempo, intentó escapar. Lo hizo tanteando el vacío porque no había nada a su alrededor,  rozando el aire con las yemas de los dedos y dirigiéndose instintivmente hacia lo que parecía la salida más segura. Pero fue imposible. Ya por aquel entonces parecía demasiado tarde y su interior estaba completamente aislado. Cuando se siente solo, pega una oreja a la pared. Cuando habla, le responde un eco familiar. Cuando duerme, silencio. Hoy, el hombre está inquieto porque se oye una música cercana y se pregunta qué es lo que estará pasando fuera.  De repente, un periódico se cuela por   debajo de la caja y el hombre lee los titulares:  “Sociedad”. “Política”. “Sucesos”. "Economía". “Mundo”. Atemorizado por aquellas letras e incapaz de recordar el porqué de su  ostracismo voluntario, el hombre estudia la posibilidad de que algo esté cambiando en el exterior y durante unos minutos siente la extraña necesidad de salir para saber más, para comprobar lo imposible, para conocer, para satisfacer su curiosidad. Pero de repente, los recuerdos olvidados regresan y pinchan el estómago del hombre y le arañan en la sien, y los oídos le pitan, y las piernas se le paran. Y aquel impulso se queda sólo en eso, un intento, un casi, un amago. Asi que al final, el hombre coge su nuevo periódico y se queda a leerlo sólo, dentro de su caja, dentro de su mundo.

[editorial diciembre 09

EL CABLE DEL FIN DEL MUNDO
El cable del que cuelga la bola del mundo está trenzado con millones y millones de hilos que se van soltando cada pocos minutos y que producen un leve pero continuo movimiento en la Tierra. Sólo existen dos motivos para que la gran cuerda se deshilache: que alguien pierda la ilusión o que alguno de los hilos, durante el balanceo, quede demasiado cerca del Sol y se parta en dos por la leve caricia de una llama. Ambas opciones son desastrosas porque a veces se cortan varios hilos a la vez como de un tijeretazo y entonces el globo terráqueo sufre un gran espasmo que aquí  llamamos terremoto, seismo o maremoto. Después, todo vuelve a su sitio gracias a lo que denominamos gravedad y que en realidad es un gran imán que pende de un hilo hasta el centro de la Tierra y que se mantiene sujeto a la superficie porque está anudado a Islandia. La persona que me contó la historia me dijo que apenas quedaban algunos hilos en la trenza y que cada vez son más débiles debido al paso del tiempo y al fracaso humano generalizado.  ¿Y tú aún te preguntas porque soy una persona con fé? Está muy claro: no me gustaría ser el causante del fin del mundo.

[Agustín Fernández Mallo. Diciembre 09

EL HOMBRE [que hay]
DETRÁS DE LA NOCILLA

Sobre él y su proyecto literario más conocido (denominado Nocilla por “obra , gracia e inspiración” de una canción de Siniestro Total) se han escrito cientos de páginas en periódicos, revistas y blogs. Su nombre se ha convertido en la cara más representativa (aunque no la única) de toda una generación de escritores dispuestos a interpretar el mundo y escribirlo acorde con la mezcla de técnicas narrativas, visuales y estructurales que permite la coyuntura tecnológica y mental de nuestros días. Últimamente, hasta sale en un anuncio de la tele... Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) presentó hace algunas semanas Nocilla Lab, el último episodio del Proyecto Nocilla en el que él mismo acaba convertido en un personaje de cómic. Narrador de historias, científico y poeta, Fernández Mallo representa al hombre multidisciplinar que fotografía con palabras y versos su realidad paralela.

VULTURE- El mes pasado salió “a la luz” Nocilla Lab que cierra la trilogía Proyecto Nocilla. ¿Qué es lo más novedoso de este libro frente a los otros dos que le antecedieron dentro del proyecto. Agustín Fernández Mallo: Primero, que está escrito en primera persona, cuando los otros dos eran en tercera persona. Eso hace que tenga un aire más testimonial. También varía en la forma, ya que en Nocilla Lab meto cómic (dibujante Pere Joan) y fotografía. Así que es muy distinto, aunque en el fondo todo escritor escribe siempre el mismo libro. También aparte, colgada en mi blog está El hombre que salió de la tarta, una película experimental del Proyecto Nocilla, de todo el proyecto, que puede verse ahí y descargarse, con lo que no sólo uso palabra escrita sino otras técnicas que, como todos, tengo hoy a mi alcance.
¿Y qué les diría a los que no han leído las otras dos partes? ¿Puede leerse este libro como “independiente” de los anteriores o mejor en pack? Se puede empezar por la que se quiera. El orden no influye.
¿Es el Nocilla el proyecto más arriesgado de su carrera literaria?No, no, es igual de arriesgado que mis poemarios. Pienso que un creador siempre trabaja, si es honesto, al límite del riesgo, por la sencilla razón de que está apasionado con lo que hace, y eso siempre lleva a intentar llegar al máximo y explorar caminos personales, no muy trillados por uno mismo aunque otros ya los hayan hecho. Eso para mí es importante.
Nocilla Dream se hizo muy popular desde su lanzamiento e incluso se dice que ha dado nombre a toda una generación de escritores. ¿Cree que la denominación “generación Nocilla” es algo real, es algo comercial o es más bien un mito?  El nombre no me gusta, creo que hay otros más técnicos y apropiados como Afterpop o Mutantes, que se han usado ya en ámbitos académicos. Mira, ponle el nombre que quieras, o no le pongas nombre, me da igual, pero lo que sí que es cierto es que hay una nueva escena literaria que aborda la narración y la poesía de manera distinta a cómo se hacía hace pocos años. Quien no lo ve es por cerrazón, porque no quiere verlo. En USA, en las universidades, ya hablan de esta generación literaria española.
Por cierto, tanto que se ha hablado del nombre ¿porqué Proyecto Nocilla? Por una canción del primer LP de Siniestro Total (“¿Cuándo se come aquí?”), titulada Nocilla, qué merendilla. Es decir, no viene de la Nocilla y la infancia, sino de algo mucho más áspero: el punk español.
Este trabajo le ha permitido ascender al “olimpo” de las letras, que tiene fama de cerrado y elitista. En el punto en el que está su carrera literaria, ¿cree que es posible vivir de la literatura o eso es un “placer” reservado a ciertos escritores de best sellers?Ahí hay dos cosas: de la venta de libros sólo puede vivir dignamente, es decir, burguesmente, un autor de grandes ventas, casi best sellers. La otra cosa es vivir de la “actividad literaria”, que es dar conferencias, charlas, congresos, artículos, que de eso sí que se puede vivir aunque no seas un autor de grandes ventas.
El éxito de Nocilla Dream abrió los ojos a muchos lectores que se dieron cuenta de que, como usted declaró en una ocasión “la estructura lineal ya no existe ni en los telediarios”. ¿Hasta qué punto cree que es importante que la literatura plasme lo que ocurre a nuestro alrededor? Una literatura que no esté en sintonía con lo que ocurre a su alrededor, está muerta. Sin más. No necesariamente tiene que hablar de lo que hay alrededor, sino que debe estar en sintonía con lo que tiene alrededor, con su tiempo, en el mismo pulso que su tiempo.
Blogs, Redes Sociales, fusión de géneros tradicionales…¿Cómo cree que la literatura debe usar todas estas ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías?No tiene que usarlas por deber, siempre, pero sí que, quiera o no, se verá influida, y al revés, lo internauta se verá influido por la literatura clásica. Lo bueno es la simbiosis. No es una competencia, ni tener que hablar de Internet en cada libro, por narices. No, eso tiene que entrar de manera natural, como en su día, a principios del siglo XX empezaron a aparecer teléfonos en las novelas, es lógico. O visto de otra manera: como un día en tu vida, que estás en la Red, algo supuestamente hipermoderno, y acto seguido enciendes un cigarrillo con un mechero, con fuego, la tecnología más primitiva que existe, o cortas el pan para hacerte un bocadillo con un cuchillo, que es lo más básico que hay. Todo eso está en armonía en tu vida. Pues en una novela debería ocurrir lo mismo, sin histerismos.
En un momento en el que parece obligatorio que la crisis tenga que aparecer en todos los lados ¿cree que las editoriales apuestan “sobreseguro” y que se rechazan los proyectos más jóvenes y arriesgados? Ahora mismo todas editoriales van a los seguro por la crisis, pero no lo identifiques con alejamiento de los jóvenes. Hay autores jóvenes que son más vendibles y seguros que otros de mucha más edad.
¿Qué les diría a aquellos que creen que el Proyecto Nocilla está escrito por y para gente joven? Bueno, quien haya dicho eso, con todos los respetos, no se entera de nada. El Proyecto Nocilla no está hecho ni para jóvenes, ni para viejos, ni para blancos, ni para negros, sino que está hecho para todo el mundo que se acerque a él. Precisamente, algo que ya se ha señalado en varios artículos especializados es que El Proyecto Nocilla reúne entre sus lectores a todos tipo de gente, desde catedráticos de universidad a amas de casa, desde gente de 80 años, a gente de 20 años.  Personalmente, creo que son novelas exigentes, aunque se leen fácilmente; es decir, para llegar a pillar todo lo que hay en ellas hace falta tener muchas y variadas inquietudes y una formación, y una intuición poética también, pero lo bueno es que, si no ocurre eso, también puedes disfrutarlas, a otros niveles, por eso no maltratan al lector y por eso son de amplio espectro de lectores. Ahora bien, si me preguntas la fórmula para hacer eso, pues ni idea, no creo que haya una fórmula. Yo escribí tal cual pienso y soy, sin cortarme para nada, arriesgando todo en el plano estético, y me salió eso. Nada más.
El Proyecto Nocilla llega a su última parada y supongo que se cierra también una etapa literaria. A corto plazo, ¿se decanta más por la narrativa o por la vuelta a sus orígenes poéticos? Estoy trabajando en poesía, en efecto. Pero nunca programo nada de esto, porque esas cosas no se calculan, un día se te aparece una idea y te domina y te pones a escribir, y la idea tira de ti, y eso es que es buena, cuando tú casi no puedes seguirla.
¿Qué ventajas cree que le aporta el hecho de ser un hombre de ciencia a la hora de escribir? En pocas palabras: si no fuera por mi formación en ciencias, no podría haber escrito así, no podría haber hecho esto. En las ciencias, para mí, hay mucha poesía.
Cómo, cuándo y dónde escribe Agustín Fernández Mallo. En cualquier parte, donde me pille. No tengo manías. Cuando estás emocionado con una idea, el lugar para escribir es lo de menos. Ya cuando repasas un libro, etc, pues lógicamente prefiero estar en un lugar cómodo, pero puede ser cualquiera. Aunque haya obras en la calle o en la casa de al lado, no me molestan. Eso sí, la música…no puedo escribir si hay música que me gusta porque me despista.

[editorial noviembre 09

RARO
Raro es levantarte una mañana con los oídos transformados en vinilos cuya única misión es crear la banda sonora de tu vida y que gracias a eso ahora seas capaz de pasear por la vida a tu propio ritmo. Raro es llegar tarde al trabajo y que tu jefe, que nunca te tuvo aprecio, te suba el sueldo porque aún tiene resaca de doble o nada y esta mañana había apostado por ti. Raro es que la top model con la que compartes despacho desde hace dos años se dirija a ti por primera vez y te susurre que eres especial en esperanto, como intentando obligarte a que la entiendas. Raro es que nieve en agosto. Pero no es nada raro que llueva en noviembre. Sin embargo, al salir de la oficina has mirado el suelo y te has percatado de que una sola gota ha deformado y derrumbado los límites, una única partícula de agua ha trastocado la cosmogonía del universo de los charcos. Y nadie en la calle excepto tú se ha dado cuenta de cómo cada gota de lluvia está cambiando el mundo. Por eso te has metido en la cama con la sensación de que hoy ha sido un día raro. Porque sabes que nunca antes ver llover había sido algo tan bonito.

[Antonio Luque (Sr.Chinarro). Noviembre 09

Huyendo del agujero negro de las púas

Un escritor presenta su primera novela en cualquiera de nuestras ciudades. De repente, coge una guitarra. Algunos sonríen y otros se miran con incredulidad. El escritor ahora cantante empieza a recitar poesía combinada con acordes de guitarra. Muchos de los presentes las corean en voz baja y se susurran los estribillos. Muchos otros se sorprenden y observan la contraportada de un libro de tapas verdes. El trovador declara que la escritura le aleja cada vez más del enigmático agujero negro donde se desintegran las púas…”Cambio púas por bolígrafos”, ese podría ser el título de su próximo disco. Por cierto, el cantante reconvertido en escritor se llama Antonio Luque (Sr.Chinarro) y “Socorrismo” es su primer libro.
VULTURE-Lo de escribir a usted no le viene de nuevo. No obstante, para muchos sus letras son toda una biblia ¿podría contarnos dónde y cómo nace el Antonio Luque escritor?
ANTONIO LUQUE- Hace muchos años escribí una carta en la que intentaba explicar a una novia que quería dejarla. Me daba vergüenza no ya hacerlo en persona, incluso escribiendo me sorprendía dando rodeos una y otra vez alrededor de mi intención. De ahí saqué las primeras letras para las canciones que tocaba con los amigos, y a la novia se lo dije de sopetón, como es natural.
Esta es su primera incursión en el mundo de la literatura, aunque no podemos decir si será la última. De momento y vistas las dos experiencias ¿cuál prefiere? Por la novedad y la comodidad, ahora prefiero escribir. No hace falta más que el ordenador, tan pequeño como es. Mover un grupo de música es una proeza digna de Ángel Cristo. No obstante, no me creo menos que el famoso empresario, de modo que seguiré adelante con todo, escribiré más canciones y más cuentos, y hasta una novela, si no me lío mucho.
Por cierto, la primera edición de Socorrismo se agotó en pocas horas. En primer lugar enhorabuena. En segundo, ¿se ha propuesto firmar libros en sus conciertos o vender combis libro+entrada? Va a ser un poco complicado el asunto. Ya me parece raro tener que llevar la guitarra a las presentaciones de Socorrismo. Imagino que no tendrá nada de malo montar el típico tinglado de "merchandising", de vendedores ambulantes, que es lo que los de la farándula somos, en resumidas cuentas.
¿Tiene miedo de algunos de sus fans se sientan decepcionados con el libro?Fans o no fans, todos me asustan como críticos. En fin, lo he escrito con cariño y con la mejor intención. Y no es muy caro, se puede regalar o usar para mesas que cojeen, por ejemplo. De momento no he tenido quejas serias.
Dicen que los jóvenes no leen, pero me atrevo a apostar que muchos de sus lectores no superan la treintena. ¿Que opina al respecto? Tenga cuidado con las apuestas. Me fascina cómo se trata el tema de las apuestas en programas de radio deportivos, por ejemplo. ¿No le da miedo la ludopatía? En el myspace he descubierto una herramienta que estudia estadísticamente la edad de las visitas del perfil. Y lo que es mejor, ¡el sexo! Mujeres de 26 a 34, ahí tengo el target. ¿No es divertido el myspace?
Para muchos, es el Sr. Chinarro el que ha escrito un libro. Yo no se bien si Antonio Luque es el que escribe y Chinarro el que sale al escenario o al revés. ¿Es fácil disociar al Antonio escritor y al Sr.Chinarro del escenario o los dos van en un mismo pack? Bueno, tengo tendencia al desvarío ante el micro, entre canción y canción. Será mejor que deje esa faceta mía cómica para cuando pueda borrar alguna palabra antes de que llegue a algún oído sensible.
Al componer canciones, “juega con la ventaja” de que la música acompaña a una letra que, en ocasiones, puede pasar más desapercibida. En la narrativa la gente se fijará “sólo” en sus palabras. ¿Cómo le gusta más contar historias como canción o en forma de relato? No creo que las letras de mis canciones pasen desapercibidas porque haya una guitarra acompañando. Pero entiendo lo que quiere decir. Me parece más difícil hacer que música y melodía se acompañen y se complementen, que vayan en el mismo sentido, que el todo sea mayor que la suma de las partes. Hacer eso es muy difícil, y, por tanto, muy satisfactorio.
¿Ya ha elegido la banda sonora de su libro? Escribo sin música. No puedo hacer dos cosas a la vez. Sólo puedo escuchar música a la vez que hago otra cosa si esta otra es desagradable. Por ejemplo, conducir.
Una forma original de hacer literatura sería escribir con una púa ¿ya se lo ha planteado?Una de las cosas que más me atraen de la idea de cambiar algún día la música por la literatura es dejar de buscar las púas, que desaparecen en cuanto las sueltas. Existe el agujero negro de las púas, no es un mito.
¿Qué es lo mejor y lo peor que le han dicho de su libro por el momento? Se trata de un par de cuentos sin muchas pretensiones. He leído críticas con las que estoy muy de acuerdo. No mostraban gran entusiasmo, pero me ayudan a seguir. No recuerdo ahora ninguna frase concreta. Lo peor lo ha dicho una que tenía un grupo en mi pueblo, cuando yo empezaba con Chinarro. Sospecho que sus motivaciones son cosa de la provincia y la nostalgia, aunque lo leí con atención, por si pudiera haber algo de cierto. Yo soy el crítico más duro que conozco.
¿Podría confesarnos algún secreto inconfesable de la novela o de su elaboración?
Me gusta escribir de noche, cuando todos los coches han encontrado aparcamiento. Me siento más tranquilo cuando la gente ha cumplido con su sueño.
¿Qué bebe Antonio Luque cuando escribe? Agua. Puede que vino, es verdad. Ahora lo recuerdo. ¿Por qué? ¿Se nota algo raro?
؟Y para cuando un libro "gordo"? Estoy en ello. No puedo ponerme fecha para terminar; quiero hacerlo bien, bien de verdad.
Andan diciendo que busca batería... ¿pero ya tiene disco en mente no? ¿Le dedicará alguna canción a esa pareja de las Valencias?  Ya lo encontré. He transformado a Los Boquerones en Vinagre, el grupo que hice en Málaga hace un año, en Sr. Chinarro. Damián toca muy bien la batería. Espero que le den permiso en el trabajo para venir a los conciertos. Y si no, Pablo, el de Sevilla, sigue ahí, para lo que haga falta. Empezamos a grabar el 1 de febrero, si no hay imprevistos. Me gusta mucho la colección de canciones que manejamos. Ya he pensado en un intercambio entre libros y discos. Pensé escribir alguna copla desde el punto de vista de alguno de los personajes. Pero es pronto para tanto alarde técnico. Querer ser el mejor y el más listo es la mejor manera de fracasar.

[Alberto Torres Blandina. Entrevista octubre 09

Alberto Torres Blandina, escritor:
“ME GUSTARÍA QUE CADA NOVELA LA ESCRIBIERA UN ALBERTO DISTINTO”
Me miro las manos, cuento con los dedos y hay algo que no me cuadra...Alberto Torres Blandina (Valencia, 1976) es profesor y compagina la docencia con la escritura, el ensayo y los conciertos con su grupo Niñamala, el teatro y, con poco más de treinta años , ya se ha recorrido medio mundo. En el último año ha publicado cuatro novelas: Hotel Postmoderno (finalista Premio Azorín 2008), Niños rociando gato con gasolina (finalista premio Café Gijón 2008), Cosas que nunca ocurrirían en Tokio (ganadora del premio Las Dos Orillas 2007 y editada en España, Francia, Portugal, Grecia e Italia) y la novela infantil El aprendiz de héroe. Posiblemente se trata de uno de los escritores valencianos más importantes del momento, pero...¿es Alberto Torres un hombre de moda?
Me reúno con él en la Rosaleda del parque de Viveros. Dice que es un lugar que le encanta. No es de extrañar: aquí huele a silencio y se oye a las rosas dormir la siesta, pues todavía no son las cinco de la tarde. Pedimos dos cafés. Para romper el hielo, le propongo que me dé un principio para la entrevista. “El glamour no existe, sólo está en los ojos del que mira”. Entenderé la frase dentro de un rato, cuando le pregunte si cree que ha tenido éxito:
“Desde fuera puede parecer que si. En el mundo de la literatura estoy aún en segunda o tercera división. Para la división en la que estoy, he metido muchos goles, pero cuando llevas toda la vida esperando esto y llega, te das cuenta de que todo no vale casi nada y que esto del glamour es efímero. Entonces, ¿éxito? Depende de quien lo mire. Para quien era hace un año,sí.”.

Decidimos hablar sobre la moda. ¿Alberto, te consideras una fashion victim?
Tengo que reconocer que soy una persona atenta a las modas. - me dice como soprendiéndose a sí mismo-. No me gustaría para nada que me miraran como a una persona que se ha quedado anclada o que no está dentro de su tiempo. Moda sí, pero buscando mi propio estilo, siendo yo mismo.
Sin embargo, también me comenta que en el campo de la literatura no se considera dentro de las últimas modas literarias. "No creo que mi literatura sea muy novedosa o radical.- afirma- Es cierto que en ella existen influencias de los nuevos narradores, pero no como está pasando con la nueva poesía o la unión anecdótica de fragmentos Lo que más me identifica con la Generación Nocilla es la búsqueda de “mutantes”, nuevos híbridos literarios. En Niños Rociando...hay una estructura Windows, con ventanitas que se van abriendo al lector e influencia del montaje cinematográfico. Cosas que nunca...es original, con un único narrador e influencias teatrales"

A propósito de los nuevos narradores, como Agustín Fernández Mallo o Carlos Marzal ¿crees que era necesario un cambio en la literatura? Los cambios siempre son buenos. A veces parece que la literatura va por detrás de todo y que los escritores somos los más rancios. La novela que se estaba publicando hasta que llegaron los nuevos narradores era muy clásica. De hecho, la mayoría de las novelas que triunfaban eran latinoamericanas. Muchas veces las novelas más revolucionarias no llegan a más porque enseguida se consumen a sí mismas, pero ayudan a otros novelistas a encontrar nuevas formas de narrar y nuevos recursos.Los cambios siempre son de agradecer.
¿Y quién pedía este cambio: lectores, escritores o editores? Todos y ninguno. La mayoría de los lectores lee lo de siempre. Pero hay muchos otros, lectores que son escritores, gente joven, que quizá estaba un poco cansada de lo que se hacía. Sobre todo porque es gente que tiene otra forma de ver la realidad, que ha crecido con la imagen y con una mirada más horizontal que abarca muchas cosas al mismo tiempo, tipo videojuego.
Cambios en la forma de ver la realidad, estructuras diferentes, aplicación de técnicas audiovisuales a la escritura...A la hora de escribir, ¿el orden de los factores altera el producto? ¿ qué va primero: la historia, el título, los personajes...?
Depende. La creación surge como a chispazos. Yo tengo la suerte de tener muchísimas historias que contar pero a veces mientras escribes te interesa más una estructura y eso te hace elegir una historia determinada. E incluso en ocasiones hay un personaje que te obsesiona y raíz de él surge tu historia.
Puesto que ha salido el tema, decidimos hablar de obsesiones. Como buen artista multidisciplinar, hay algunos temas recurrentes en todas sus obras, como el amor o la búsqueda de la realidad. “
Las obsesiones existen, y yo las tengo.- me confiesa- pero intento tratarlas de diferentes maneras, pues me gustaría que se me reconociera como un autor que se reinventa en cada novela y de momento lo estoy consiguiendo. En mi caso, una obsesión es la realidad y la ficción, el límite exacto entre las dos y cómo podemos tomar las riendas de esa realidad para convertirla en otra cosa. Creo que eso está presente en todas mis novelas”.
Volviendo al tema de la forma de escribir y como vocalista y compositor del grupo Niñamala ¿qué me dices de tus canciones? ¿primero las letras o la música?
En música es todavía más caótico. No digo que sea caótico en la escritura. A mí me gusta tener las estructuras atadas porque una novela hay que levantarla bien para que luego no se te vayan cayendo los pisos. En la música es diferente. A veces tengo letra y le pongo música y otras veces encuentro unos acordes y me pongo a hacerles rimas. Últimamente se impone esto último, porque con los años adquieres técnica y eso te hace componer de otra manera.
Al escritor le gusta hablar de su grupo de música. “
Nadie sabe cómo catalogarnos- dice orgulloso- o con quien compararnos. Es pura fusión. Queremos que cuando nos oigan digan: Niñamala. El tema de los concursos y las discográficas, es otra historia”.
Por cierto, las canciones de Niñamala son poesía. ¿ te has planteado escribir algún poemario? En una ocasión te oí decir que hasta que no fueras más experimentado no te lanzarías en esa aventura.
Le tengo mucho respeto a la poesía porque creo que es una forma de filosofía, una interpretación del universo, y para eso necesitas tener una visión del mundo muy personal. Tengo un poemario y algún día me gustaría publicarlo, seguramente como los poemas de Jussi Latvala, el poeta finlandés de “Cosas que nunca...” .De hecho algunos de mis poemas están integrados dentro de esta novela.
¿Cómo sería el poemario de Alberto Torres Blandina? ¿ Con qué te quedas : realismo sucio o romanticismo?
Seguramente ninguna de las dos cosas- dice entre risas- Me interesa la poesía un poco más filosófica o trascendental. No obstante, como yo tiro siempre hacia la narrativa, sería un poemario inventado con toda una historia alrededor de el....Pero de momento, no tengo prisa.
Si hablamos de tu novela “Cosas que nunca ocurrirían en Tokio” es inevitable sacar el tema de los premios literarios, puesto que esta novela recibió un importante galardóninternacional .¿Los premios para ti son un reconocimiento, un trámite o un golpe de efecto?
Sobre todo son un alivio porque se reconoce el trabajo que llevas años realizando. Los premios te permiten entrar en el mundo editorial de manera más destacada, aunque el hecho de ganar no te garantiza éxito y ventas. Sí que te dan cierta popularidad, pero tengo que reconocer que soy bastante crítico con los premios. A veces parece que están todos dados y que reconocen a gente ya reconocida.
Visto desde este punto de vista, parece una desventaja ser joven en el mundo de la literatura.
Yo creo que lo es, aunque es posible que la cosa esté cambiando. Hace unos años, con la Generación X, con José Ángel Mañas o Ray Loriga, se publicó a mucha gente joven porque era lo que vendía. Quizá ahora, con la Generación Nocilla se esté mirando otra vez mirando hacia los jóvenes.
El poeta finlandés de “Cosas que nunca ocurrirían en Tokio” dice en un momento de la novela que parece que los artistas deberían estudiar marketing ¿crees que actualmente son más importantes las ventas que el talento?
Sí, aunque esto no significa que todo sea marketing, que muchas veces si que lo es. De hecho es el marketing lo que crea muchos best-sellers. En la sociedad en la que vivimos todo artista tiene que vender su obra, darla a conocer, estar en los medios,...Yo me considero una persona que piensa en el marketing, pero esta claro que si no hay algo de talento detrás no llegas a ninguna parte.
En una entrevista que te hicieron hace algunas semanas, el titular decía (cito textualmente): “ El mundo de la literatura está plagado de cuellos altos, gafas de pasta y tipos citanto a Heidegger” ¿algo que decir sobre este titular?
Esa frase está sacada contexto y parece que critique lo que alababa en la entrevista. Yo reconozco los méritos de la Generación Nocilla porque está revolucionando la literatura. El problema es que luego te encuentras a mucha gente que sólo imita y sólo son artistas mientras toman un café en los Albatros. O que piensa que por ir vestida de una determinada manera o hablar de muchos proyectos, aunque luego no haga ninguno, ya son artistas. La crítica era precisamente para esta gente. Y me dio mucha rabia porque pudo malinterpretarse.
¿Pero piensas que el mundo de la literatura es elitista?
No. Hoy en día hay literatura para todo el mundo. Hay realismo sucio para unos y Carlos Marzal y su poesía de la palabra exacta para otros. Cada uno que elija.
En tu anterior libro, “Niños rociando gato con gasolina”, tratabas el tema de los niños índigos que se suponía tenían un don especial para convertirse en los grandes dirigentes del siglo XXI. Es un tema muy original. ¿Cómo te planteaste escribir sobre ello?
Oí hablar del tema en la radio y me interesó muchísimo. Busqué literatura sobre el tema y no encontré nada. Entonces recordé lo que decía Juan Rulfo , que fue a la biblioteca a sacar Pedro Páramo y como no existía, decidió escribirlo. Esa frase me ha influido mucho. Cuando escribo me pongo en la piel del lector, porque eso me garantiza que lo que escribo, al menos, me gusta a mi. Y así ya tengo un lector asegurado.
Dices que ese libro es pesimista. Sin embargo “Cosas que nunca ocurrirían en Tokio” es completamente diferente... divertido y con historias hilarantes. ¿ A qué se debe este cambio de registro?
Quería crear una especie de mitología de los aeropuertos y que cuando fueras a uno buscaras a los personajes o situaciones del libro. Son historias que parecen increíbles pero no lo son. De hecho no hay ninguna que contradiga las leyes físicas o humanas...
Algunos sabemos de su adicción a los viajes. Suponemos que el hecho de que el punto de encuentro de este libro sea un aeropuerto no es una mera casualidad...
El libro es un homenaje a los aeropuertos. Llevo viajando muchos años y he pasado muchas horas de espera y a veces se te ocurren historias. Ves un grupo de japoneses y piensas “seguro que Japón ni existe y son todo chinos disfrazados”. O ves una chica sola y dices “podríamos ir a pegar un polvo y así la espera sería más entretenida”. Un aeropuerto es una zona neutra, nadie te conoce y nadie pide responsabilidades. Es un lugar donde nadie es nadie y todo el mundo podría asumir un papel. Y esta novela trata de eso, de gente que no está conforme con el suyo y aprovecha el aeropuerto para cambiar su vida.
Nueva York, Irlanda, Rumanía, Estambul, la India, Tailandia, Nepal, Marrakech...Alberto es un viajero incansable. Entre sus proyectos más desconocidos se encuentra su Guía de Viajes para Turistas Desordenados, finalista del Premio Desnivel de Literatura de Viajes e inédito hasta el momento. “
Me gusta escribir sobre los países que conozco. Me encantan los viajes. Y quiero seguir viajando y escribiendo sobre viajes”
El otro día escuché a Sánchez Dragó decir que lo peor de los viajes era volver. ¿Estás deacuerdo con esta afirmación? Eso es un tópico. Para mí viajar es conocerme más a mí mismo, lo que me rodea, mi ciudad. Me encanta la vuelta y a veces pienso que viajo para volver. Soy un una persona con muchas raíces, aunque tengo que después de las últimas elecciones me he planteado irme. No comprendo una sociedad en la que se premia a los ladrones. Me da igual quien robe, pero si roba el PSOE que echen al PSOE, si roba el PP que echen al PP...A veces da la sensación de que se premia a los ladrones o de que el que no roba es idiota.
Por cierto, su novela se está publicando por toda Europa ¿tienes previsto viajar para promocionarla?
Sí. Iré próximamente a Oporto y también me han invitado a una feria del libro en Francia con José Ángel Mañas. Después, tengo previsto viajar a Italia en otoño y en Alemania me han comprado los derechos de autor, con lo que también iré allí.
El título original de la novela era “La posibilidad de Miia Hakala”. ¿Porqué se ha rebautizado el libro?
El título original es el que mejor define la obra, pero es posible que sea menos comercial. Y los editores saben más de títulos que los propios escritores. En Guatemala, por ejemplo, se mantendrá el nombre original, y en Grecia e Italia lo han titulado “El Club de los Deseos Imposibles”. En Francia se llama “Japón no existe” que es un título genial, y creo que parte del éxito que el libro está teniendo allí es precisamente por eso.
¿Te hubieras quedado con este título?
La posibilidad de Miia Hakala” es el título más acertado, pero tengo que reconocer que “Japón no existe” me encanta.
¿Que me cuentas del Alberto dramaturgo? Me gusta mucho el teatro porque tiene gesto, teatro y música, pero lo tengo muy apartado, aunque es una gran influencia para escribir. El problema del teatro es la dificultad de llevarlo a cabo. Pero mira, “Cosas que nunca ocurrirían en Tokio” originalmente era una obra que hicimos con una compañía amateur y que en su día tuvo cierto éxito. Había alguna de las historias del libro y otras más.

Para finalizar, me gustaría que te mojaras un poco. Novelista, dramaturgo, profesor, cantante, viajero...¿con qué definición te quedas de ti mismo? Soy un narrador. Me encanta crear historias y contarlas en forma de novela o de canción. Escribir, al menos como yo concibo, es salirte de ti mismo. Busco nuevas formas de mirar diferentes. Desde pequeño me dí cuenta de que había cosas que quería contar y que tenía que encontrar lugares desde los cuales mirar distintos que fueran distintos a los de la mayoría.